El Gobierno libio de Bengasi (este) y las llamadas Fuerzas Armadas Árabes Libias- bajo el control del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del país- ordenaron este martes a periodistas y medios de comunicación que abandonen la ciudad de Derna (este), devastada una semana antes por el ciclón Daniel y que ayer fue escenario de protestas ciudadanas, informó hoy a EFE una fuente local.
La misma aseguró que los equipos de rescate de Argelia y Turquía así como de los equipos médicos llegados del oeste, comenzaron a abandonar esta localidad costera a la que llegaron días antes para participar en las tareas de búsqueda después de que las lluvias torrenciales hicieran colapsar dos presas, vertiendo 33 millones de litros de agua y arrastrando barrios, puentes y carreteras.
“Varios autobuses llegaron para transportar a los equipos médicos desde Derna a la ciudad vecina de Al Qubba y al aeropuerto de Al Abraq (ambas a medio centenar de kilómetros de distancia)”, indicó la fuente, que apuntó a los temores de una inminente campaña de detenciones contra blogueros y ciudadanos que participaron este lunes en las movilizaciones.
“El bloqueo de los medios de comunicación sobre Derna es cortesía de los líderes de las Fuerzas Armadas Árabes Libias con el pretexto de optimizar el esfuerzo de la ayuda humanitaria. La única fuente real de información que probablemente quede serán socorristas dispuestos (y capaces) de comunicarse. De lo contrario, será propaganda a través de los canales habituales”, denunció el investigador especializado en Libia, Madeddin Badi, en sus redes.
Miles de personas salieron este lunes a las calles para protestar contra la inacción de las autoridades tras el desastre y algunos manifestantes quemaron el domicilio del hasta ahora alcalde, Abdulmenam Al Gaizi, que había sido muy criticado por su gestión y había evocado hasta 20.000 desaparecidos.
Asimismo pidieron la destitución del Parlamento, controlado por Haftar, Aquila Salah, al que acusan de entorpecer el proceso de unificación del país tras doce años de conflicto tras el levantamiento popular respaldado por la OTAN que derrocó a Muammar Gaddafi.
El gobierno del este aseguró ayer haber cesado a Al Gaizi y a todos los miembros del consejo municipal tras la apertura de una investigación judicial sobre las posibles fallas humanas sobre el colapso de las represas.
La tensión en esta localidad costera, que contaba con 120.000 habitantes, se produjo horas después de que Naciones Unidas revisara drásticamente a la baja la cifra de víctimas del ciclón, de 11.300 a 4.000.
La gestión del desastre ha estado marcada por la división política y la falta de coordinación entre las dos autoridades enfrentadas que se disputan el poder ejecutivo: el Gobierno de Unidad Nacional (GNU), radicado en Trípoli (oeste) y reconocido por la comunidad internacional, de Abdulhamid Dbeiba; y el Gobierno de Bengasi, elegido por el Parlamento y bajo control de Haftar, dirigido por Osama Hammad.
De interés: Investigación sobre el colapso de presas de Derna podría provocar más división en Libia
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EFE