Sudáfrica vuelve a sufrir estos días cortes masivos de luz en todo el país, programados de manera rotativa como única solución para evitar el colapso total de una deficiente red eléctrica cuyas infraestructuras -anticuadas, saqueadas por la corrupción y fuente constante de averías- no dan abasto a la demanda.
Los cortes eléctricos -que son parte de la vida cotidiana de los sudafricanos desde hace años- comenzaron la pasada semana en coincidencia con el empeoramiento otoñal del tiempo en el país, pero se han intensificado gravemente este martes por nuevas averías en la red, sin previsión de que la situación mejore al menos hasta el viernes.
Este fenómeno, conocido en el país como “load shedding” (quitarse carga), implica que la mayoría de ciudadanos y negocios del país sufrirán a diario, de media, unos tres apagones programados de unas 2 horas y media cada uno.
La precaria situación de la compañía pública encargada del 90 % de la producción nacional, la endeudada Eskom, está en el origen de esta crisis eléctrica de largo recorrido, lo que supone un terrible lastre para la economía más desarrollada de África desde hace años.
A mes y medio del comienzo oficial del invierno austral (periodo en el que la demanda energética aumentará todavía más), el director del departamento de transmisión de Eskom, Segomoco Scheppers, advirtió hoy en una comparecencia de prensa de que, en un “caso extremo”, Sudáfrica podría llegar a vivir más de un centenar de jornadas de “load shedding” durante los meses de frío.
En esta ocasión, los problemas estructurales de la compañía pública se han visto agravados por las graves inundaciones que estuvo viviendo el este del país (con 443 muertos confirmados hasta la fecha).
Desde su llegada al gobierno en 2018, el presidente Cyril Ramaphosa no ha cesado de prometer un final para esta crisis, así como de un cambio radical en la estructura de Eskom para dar la vuelta a la situación de esta gigantesca compañía (que tiene más de un siglo de trayectoria y era una de las eléctricas más grandes del mundo).
Sin embargo, transcurridos más de cuatro años desde que este mandatario llegara a la Presidencia en sustitución de Jacob Zuma (forzado a dimitir tras nueve años de gobierno plagados de escándalos y acusaciones de mala gestión), los graves problemas de Eskom y la necesidad recurrente de programar apagones rotativos persiste y no se le augura un fin a medio plazo.
Sudáfrica despliega 10.000 militares para ayudar en las zonas de inundaciones
EFE
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— SomosFan.com (@SomosFancom) April 20, 2022
