En un golpe certero al narcotráfico internacional, las autoridades colombianas capturaron en Medellín a Gustavo Nocella, alias “Ermes”, considerado uno de los capos más buscados de la mafia italiana.
Nocella, principal enlace entre los clanes Rinaldi-Formicola, Amato-Pagano y De Micco de Nápoles y las estructuras criminales colombianas, era el cerebro detrás de una extensa red de tráfico de cocaína hacia Europa.
Su detención, llevada a cabo en un lujoso apartamento del barrio El Poblado, fue el resultado de una meticulosa investigación de seis meses que involucró a la Policía Nacional de Colombia, Europol, la Policía de Carabineros de Italia y autoridades del Reino Unido.
Afición al billar delata a Gustavo Nocella, capo italiano radicado en Medellín
La afición de Nocella por el billar resultó ser su talón de Aquiles. Los investigadores descubrieron que el capo alquilaba apartamentos exclusivos en Medellín, pagando altas sumas de dinero, con el objetivo de disfrutar de los centros comerciales y, sobre todo, de los clubes de billar. A través de una ingeniosa operación encubierta, las autoridades lograron rastrear a Nocella hasta su último escondite utilizando una mesa de billar como señuelo.
Nocella era buscado por Interpol por el delito de participación en conspiración criminal para el tráfico de drogas. Según las investigaciones, el capo italiano coordinaba el envío de grandes cargamentos de cocaína desde Colombia hacia Ámsterdam, utilizando buques y veleros. Una vez en Europa, la droga era transportada en camiones y vehículos particulares hacia el sur de Italia para su posterior distribución.
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