La Colombia multiétnica brilla en la Gran Parada del Carnaval de Barranquilla

Con un derroche de expresiones folclóricas multiétnicas en las que está representada la Colombia pluricultural se llevó a cabo este domingo el desfile de la Gran Parada de Tradición en el segundo día del Carnaval de Barranquilla.

Este desfile permitió a los asistentes al “Cumbiódromo de la Vía 40” apreciar en un solo escenario las danzas, la música, los ritmos, la diversidad y la herencia generacional que mantienen viva la fiesta popular más importante de Colombia, declarada por la Unesco “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad”.

En la parada el público apreció agrupaciones que danzaban al ritmo de la cumbia, el mapalé, el garabato, los congos, las farotas y el son de negro, entre muchas otras expresiones folclóricas que a lo largo de la historia llegaron al Carnaval de Barranquilla en las embarcaciones que surcaban el río Magdalena, el principal de Colombia.

La Gran Parada de Tradición rindió homenaje este año a los “Diablos Arlequines”, danza que es el producto del sincretismo cultural europeo, africano e indígena en la que los participantes, con vestidos multicolores, como los personajes de la comedia italiana de la Edad Media, hacen de “escupefuegos” mientras bailan para deleitar al público.

Esta danza, cuyo origen está en la región Caribe de Colombia cuando los hombres vestidos de demonios bailaban en las procesiones fuera del templo con espuelas y sonajeros, estuvo acompañada por la reina del carnaval, Valeria Charris, quien lució un vestido de fantasía y tradición para homenajearlos.

SU MAJESTAD LA CUMBIA

Como todos los años, la cumbia es el ritmo al que se le da más importancia en los desfiles del Carnaval de Barranquilla. Este baile, de origen africano, indígena y español, es fruto del mestizaje entre estas culturas durante las épocas de la Conquista y la Colonia en el norte de Colombia.

También estuvieron en escena el mapalé, danza africana y cuyo nombre proviene de los rápidos movimientos de un pez cuando lo sacan del agua, y el garabato, que representa la victoria de la alegría sobre la muerte.

Igualmente, los congos, que representan una batalla por la alegría y las farotas, representación de la venganza indígena contra violadores españoles, entre otros, se siguen renovando en el Carnaval.

No faltaron el son de negro, baile en el que, pintados con tizne y aceite y rojo carmesí en los labios, los danzantes hacen morisquetas para representar la burla ante las adversidades de la vida, además de un sinnúmero de disfraces con mensajes alegóricos a la fauna y la importancia de su preservación.

POR TODA LA CIUDAD

Además del desfile por el Cumbiódromo, que está en la zona norte de Barranquilla, en la ciudad se celebraron festejos masivos de Carnaval, como la Gran Parada Carlos Franco, que recorre los barrios del sur, así como el Encuentro de Comedias y el Festival de Letanías, en donde se satiriza los hechos de actualidad.

Este domingo también se llevó a cabo el Festival de Orquestas en el estadio Romelio Martínez, en donde las agrupaciones compiten por el Congo de Oro, y el Baila la Calle, que es una avenida convertida en una gran pista donde se dan cita miles de personas para disfrutar de la música de unas 20 agrupaciones.

La alegría regresó al Carnaval de Barranquilla en Colombia con un “río de gente”

EFE

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