El decreto 1117, que establecía un cese el fuego bilateral con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), expiró a la medianoche del 3 de agosto, dejando sin vigencia un mecanismo clave para avanzar en las negociaciones de paz. Este fin se produjo debido a la falta de acuerdo entre las partes, después de que la guerrilla exigiera una condición inaceptable para el gobierno.
Y es que cabe aclarar que la política de paz total del presidente Gustavo Petro, que busca entablar diálogos con diversos grupos armados en Colombia, enfrenta ahora uno de sus momentos más críticos. Con la expiración del cese el fuego, las esperanzas de reanudar las conversaciones se han desvanecido, especialmente después de que el ELN cortara toda comunicación con el gobierno, dejando el proceso en campo inerte.
El deterioro de las negociaciones comenzó meses antes, cuando el comisionado de Paz, Otty Patiño, abrió una mesa de diálogo con el frente ‘Comuneros del Sur’ en Nariño, una disidencia del ELN. El comando central del ELN consideró esta acción como una violación del acuerdo, congelando las conversaciones en respuesta.
Expira el Cese al Fuego con el ELN y se Suspenden Diálogos de Paz
A pesar de los esfuerzos del gobierno para reactivar el diálogo, incluyendo mensajes de los negociadores, el grupo armado no respondió de manera concreta. Las críticas de ‘Antonio García’, comandante del ELN, hacia el ejecutivo y los continuos incidentes de violencia perpetrados por el grupo agravaron la situación.
Recientemente, esa guerrilla envió un comunicado condicionando la reanudación de los diálogos al retiro de su nombre de la lista de grupos armados organizados. La guerrilla afirmó haber cumplido con los acuerdos previos y acusó al Estado de reiterado incumplimiento, rechazando la idea de continuar con una “guerra de comunicados”.
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