En un nuevo desarrollo en el caso del asesinato de Juan Felipe Rincón, hijo del inspector general de la Policía Nacional, el escolta Sergio Felipe Rico Rueda y una menor de edad han brindado testimonios cruciales ante la Fiscalía General de la Nación.
Rico Rueda, quien acompañaba a Rincón el día del crimen, aseguró haber utilizado su arma de reglamento para defender al joven de un ataque, pero negó haber disparado.
Sin embargo, el patrullero Kevin Ariza, primer respondiente al lugar de los hechos, indicó que varios testigos señalaron al escolta como el presunto autor del disparo fatal.
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Por su parte, la menor de 15 años que estuvo con Rincón la noche anterior al homicidio también rindió declaración. Su testimonio, según fuentes cercanas al caso, es fundamental para esclarecer los hechos, ya que ella se encontraba presente cuando ocurrió el incidente.
También-en una revelación que ha generado controversia, la defensa de Andrés Camilo Sotelo Torres, principal sospechoso del crimen, aseguró que tanto Rincón como su escolta habrían consumido sustancias alucinógenas antes del incidente. El abogado Carlos Fernando Galeano presentó el informe de Medicina Legal como prueba de este supuesto consumo.
Galeano argumentó que el estado de embriaguez y drogadicción de Rincón pudo haber influido en los hechos, y que su cliente, quien no poseía un arma de fuego, actuó en defensa propia ante un posible pedófilo. Sin embargo, en las últimas horas, Sotelo Torres ha cambiado de abogado y su nueva defensa, encabezada por Saúl León, podría presentar una nueva estrategia.
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