Un paro nacional de mineros y campesinos ha paralizado varias regiones del país, generando graves afectaciones en el suministro de alimentos y combustible. Las protestas, que iniciaron hace cuatro días, se concentran en seis departamentos: Norte de Santander, Santander, Boyacá, Antioquia, Córdoba y Caldas.
Los manifestantes exigen al Gobierno Nacional la ampliación de la frontera agrícola en los páramos y la legalización de la minería a pequeña escala. La medida del Gobierno que restringe las actividades económicas en los páramos ha generado un profundo malestar entre las comunidades mineras, quienes ven amenazado su sustento.
Los bloqueos en las principales vías del país han provocado un desabastecimiento de alimentos y combustible en varias ciudades. En Córdoba, el gobernador Erasmo Zuleta Bechara alertó sobre la escasez de alimentos y los problemas en el comercio. En Santander, los precios de los alimentos básicos han aumentado considerablemente debido a las dificultades en el transporte. En Boyacá, diez municipios reportan desabastecimiento de gasolina.
Gobierno busca solucionar paro minero y campesino con mesa de diálogo
El Ministerio de Minas y Energía anunció la instalación de una mesa de diálogo con los mineros artesanales para buscar una solución a este conflicto. Sin embargo, hasta el momento no se han reportado avances significativos en las negociaciones.
La situación se agrava por la destrucción de maquinaria amarilla por parte de la fuerza pública en zonas de extracción ilícita de minerales, lo que ha generado mayor tensión entre las comunidades mineras y el Gobierno.
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