El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lamentó este martes que la región del Pacífico, donde trasladó la sede del Ejecutivo durante una semana, es “la tierra del olvido” y prometió facilitar una transformación territorial que garantice la salida de la pobreza de esta zona.
El mandatario hizo referencia a una canción del colombiano Carlos Vives en un evento en el que escuchó a los líderes de las comunidades indígenas awá del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
Petro llegó a Tumaco, que tiene el segundo puerto de Colombia en el Pacífico, un día después de lo previsto tras asistir a las exequias de la senadora Piedad Córdoba en Bogotá y finalmente no viajó al municipio de Barbacoas donde estaba previsto que interviniera.
Allí celebró el “diálogo bilateral entre gobiernos, Gobiernos locales, indígenas, poderes populares y el Gobierno nacional” que supone el traslado del gabinete al Pacífico.
“Más allá del pliego de necesidades concretas de un territorio o una población (…) aquí estamos haciendo algo que no se ha hecho en Colombia”, indicó Petro en referencia a esa iniciativa de su Gobierno de trasladarse a las regiones para gobernar y escuchar a las comunidades.
El mandatario insistió en la idea de que el Pacífico es “una región olvidada, de una manera irracional porque ninguno de los países del mundo que tienen costa sobre el Pacifico la abandona”, pues, considera, que “el Pacífico es la región más rica del mundo”.
Además “se ha configurado la economía de cocaína más poderosa” de Colombia en esta región, que a su vez es una de las más violentas y ha llevado este problema hasta Ecuador gracias a las acciones de la fuerza pública colombiana, detalló el jefe de Estado.
La pobreza del Pacífico
“De todo ese recorrido de países con costa en el Pacífico hay una mancha olvidada de pobreza (…) El Pacífico colombiano donde está la pobreza proporcionalmente más alta según estadísticas”, continuó el presidente.
Petro también insistió en la necesidad de construir paz en el Pacífico, porque “si aquí no se hace la construcción de la paz no se puede hacer en ninguna parte, seriamos unos demagogos”, algo que cree que pasa por “darle el poder al pueblo”, ya que “el territorio se transforma si se le entrega poder a la gente”.
El presidente, acompañado de algunos de sus ministros y de la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Francia Márquez, escuchó como los líderes indígenas le reclamaban más asignación de tierras a las comunidades y políticas que les permitan conservar el medioambiente, pero mantener sus prácticas tradicionales como cazar y pescar.
Los líderes también pusieron sobre la mesa la urgencia de construir y mejorar las vías existentes, pues sus comunidades están ubicadas en sitios de difícil acceso y el estado de las carreteras dificulta todavía más la accesibilidad.
Otro de los temas principales del pliego de reclamos fue ayudar a mitigar el reclutamiento de menores indígenas y el desminado humanitario, ya que “la situación en el territorio es bien compleja y cada día tiende a agravarse”.
Construir un centro de acopios y las denuncias por infraestructura desgastada fueron otras de las peticiones que los líderes indígenas trasladaron al gabinete de Gobierno.
Petro también participó en un evento donde se entregaron subsidios a campesinos por la sustitución de cultivos ilícitos y fueron aprobados créditos solidarios por el Banco Agrario.
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EFE