Estados Unidos, Colombia y Panamá reiteraron este martes un paquete de medidas para abordar la grave crisis migratoria regional, entre las que se incluye combatir las redes de tráfico de personas por la peligrosa selva del Darién, en el marco de una reunión celebrada en la capital panameña.
“Panamá, Colombia y Estados Unidos continúan trabajando en conjunto para abordar la situación humanitaria en el Darién. Uno de estos esfuerzos será una campaña coordinada para terminar con el tráfico de personas y mercancías” a través de la selva, dijo en una declaración pública el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas.
La canciller de Panamá, Janaina Tewaney, explicó que el plan “incluye una serie de acciones y compromisos trilaterales”, y la primera es “combatir las redes de tráfico y trata que promueven el movimiento ilícito de personas y bienes a través de Darién, ya sea por vía terrestre o marítima”.
La trata de personas “pone en riesgo la vida de los migrantes y los expone a la explotación para obtener ganancias significativas”, subrayó Tewaney.
ABRIR VÍAS LEGALES PARA REFUGIADOS Y REDUCIR LA POBREZA EN EL DARIÉN
La ministra de Relaciones Exteriores de Panamá agregó que el paquete de medidas también incluye “abrir vías legales y flexibles para los migrantes refugiados, como alternativa al cruce del Darién” y un programa para “reducir la pobreza” en las comunidades del Darién y otras áreas afectadas para fomentar la economía local.
Este plan tiene como base una reunión del pasado febrero entre representantes de Estados Unidos, Colombia y Panamá en la localidad de Apartadó, en el lado colombiano del Darién, donde acordaron iniciar diálogos entre las autoridades de los dos países latinos y con los de origen de los migrantes y fortalecer los “intercambios de información judicial y labores de inteligencia”, recordó la ministra panameña.
Mayorkas, los cancilleres de Panamá y Colombia, Janaina Tewaney y Álvaro Leyva, respectivamente, se reunieron este martes en Ciudad de Panamá para tratar la crisis migratoria en América.
“Este encuentro trilateral es también un llamado de atención para la puesta en marcha de acciones regionales que logren atender de manera integral esta situación”, dijo la canciller panameña.
En abril del 2022, Panamá y EE.UU. ya habían firmado un acuerdo para mejorar la gestión de la migración irregular, que se enmarca en los esfuerzos de la Casa Blanca para delinear con sus “socios clave una nueva hoja de ruta conjunta en respuesta a los históricos flujos de migrantes y refugiados en la región”, en el marco de una reunión ministerial con una veintena de países en Panamá, en la que participó Mayorkas.
EL DARIÉN, EPICENTRO DEL DRAMA DE LA CRISIS MIGRATORIA REGIONAL
Panamá es la entrada a Centroamérica desde el sur del continente americano y sirve de paso para miles de migrantes irregulares procedentes de países de todo el mundo que viajan por tierra hacia Estados Unidos.
Este año la crisis migratoria por el Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, se ha agudizado, pues se espera que crucen unas 400.000 personas, casi el doble de los más de 248.000 migrantes que lo hicieron en 2022 y que obligaron a las autoridades panameñas a pedir ayuda internacional.
Solo en los tres primeros meses de 2023, unos 87.390 migrantes irregulares cruzaron la selva, siete veces más que en el primer trimestre de 2022, de acuerdo con un informe del Servicio Nacional de Migración (SNM).
Los migrantes denuncian constantes asaltos y violaciones en la selva del Darién, donde muchos pagan a “coyotes” para cruzar, pero a mitad de la travesía los abandonan indicándoles que el camino está marcado con banderas.
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EFE