Durante el esperado encuentro futbolístico entre Estudiantes y Boca, el reloj se detuvo a los 27 minutos. No por un gol o una jugada polémica, sino por un suceso que conmovió a todos: Javier Altamirano, el joven volante de Estudiantes, colapsó en el campo. Lo que siguió fue una pausa llena de preocupación y lágrimas, un momento que trascendió el deporte y tocó la fibra de jugadores y espectadores por igual.
Todo fue incertidumbre cuando Altamirano, en un instante, pasó de ser un jugador a un paciente necesitado de urgente atención médica. La ambulancia irrumpió en el terreno, llevándose al jugador mientras el estadio contenía la respiración. Las noticias que siguieron ofrecieron un alivio de cierta manera cautelosa: el chileno estaba consciente, estable, pero aún no fuera de peligro.
Horas más tarde, Estudiantes de la Plata, a través de redes sociales ofreció información sobre el estado de Altamirano. “Un episodio convulsivo”, dijeron, aclarando que ya el jugador estaba recibiendo toda la atención necesaria.
Tras el colapso en el campo, estudios a fondo a Altamirano para determinar la causa
Mientras tanto, el médico Hugo Montenegro explicó a medios locales que se hicieron estudios a fondo y que “La imagen de la tomografía es normal, quedó en terapia, en observación, por una cuestión de control. El informe es ese (…) tranquilidad a todos. Está acompañado por su mujer.
De hecho, durante esta jornada del lunes se espera que los estudios realizados durante las últimas horas al joven deportista aclaren un poco el panorama de lo que le sucedió durante el encuentro ante Boca Juniors.
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