El pasado domingo 16 de abril se jugó el partido entre el Atlético Bucaramanga y el Deportivo Independiente Medellín en el estadio Alfonso López de la capital de Santander.
Sin embargo, lo que debía ser una fiesta deportiva se convirtió en una escena de delincuencia cuando la Policía Metropolitana de Bucaramanga capturó a siete hombres mayores de edad que portaban cuchillos dentro del estadio.
Además, se restablecieron los derechos de cinco menores de edad que también llevaban armas cortopunzantes para ingresar al máximo escenario bumangués.
Policía captura a hinchas con cuchillos en partido de fútbol en Bucaramanga
Según el coronel Misael Quiroga, comandante Operativo de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, estos sujetos pertenecen a una barra brava del equipo Leopardo y pretendían agredir a los hinchas del equipo rival o causar disturbios en las tribunas.
Pero, ¿qué motiva a estos hinchas a actuar de esta manera? ¿Qué riesgos implica esta práctica para la seguridad y el orden público? ¿Qué medidas se están tomando para evitar que se repitan estos hechos?
Algunos expertos en sociología del deporte han señalado que los hinchas violentos buscan una identidad colectiva, un sentido de pertenencia y una forma de expresar su inconformidad con la realidad social.
También influyen factores como la falta de oportunidades, la pobreza, la drogadicción y la fuerte influencia de grupos delincuenciales.
Para evitar que estos hechos se vuelvan a presentar, se requiere un trabajo articulado entre las autoridades, los clubes, las barras y la sociedad civil.
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