Holloway bate el récord mundial de 60 m vallas 27 años después

El estadounidense Grant Holloway, campeón mundial de 110 m vallas, borró de las listas, con una marca de 7.29, el récord mundial de 60 m vallas que ha permanecido 27 años en poder del británico Colin Jackson con un crono de 7.30 acreditado el 6 de marzo de 1994 en Sindelfingen (Alemania)

Un estado de forma portentoso, un paso de valla agresivo y los 667 metros de altitud de Madrid se combinaron para que Holloway firmara un nuevo récord del mundo, el número 32 que alumbra la capital española en pista cubierta.

Hace dos semanas, en Lievin (Francia), el estadounidense había corrido en 7.32, un crono que repitió en este mitin madrileño ya en semifinales, pese a ser el penúltimo en salir de tacos (164 milésimas). El campeón de España, Asier Martínez, fue segundo en la misma carrera con récord nacional sub-23 (7.61).

Hora y cuarto después, en la final, despegó por la calle 6 y en el segundo obstáculo ya estaba en cabeza, avanzó agresivo y se arrojó sobre la línea. El campeón mundial bajo techo, el británico Andrew Pozzi, fue segundo con 7.51.

“Corre tanto que ya en la primera valla te saca unos metros y en la segunda ni lo ves”. Así describió su experiencia el campeón de España, Asier Martínez, que fue cuarto, otra vez con 7.61.

Las 32 plusmarcas mundiales registradas hasta la fecha justifican que Madrid sea considerada la ciudad de los récords bajo techo, exhibiendo una lista que incluye también leyendas como Maurice Greene, Irina Privalova, Merlene Ottey (60), Alan Pascoe (50 mv), Natalya Pechenkina (400) o Elena Isibáyeva (pértiga).

La segunda esperanza de récord recaía en la figura leve de la etíope Gudaf Tsegay, que quince días antes había arrebatado la plusmarca mundial de 1.500, por dos segundos, a su compatriota Genzebe Dibaba con 3:53.09 en Lievin.

Tsegay, bronce mundial de 1.500 en Doha atacaba ahora el récord de 3.000, también en poder de Dibaba con 8:16.60. Su compatriota Lemlem Hailu, de 19 años, líder del año con 8:31.22, se quedó arriba con ella desde mitad de recorrido pero no aguantó el último ataque. Tsegay venció con la mejor marca mundial del año y la segunda de todos los tiempos (8:22.65). Hailu terminó en 8:29.28.

María González, la “liebre” del 1.500, tiró del grupo a 2:47 el mil, pero al retirarse el ritmo decayó. Marta Pérez, subcampeona de España, se permitió disputar la victoria a la etíope Hirut Meshesha, que sólo pudo despegarse en el último giro para vencer en 4:09.42, por delante de la soriana (4:10.34).

En los 60 lisos dictó su ley el marfileño Arthur Cissé, que batió con un registro de 6.59 al francés Mouhamadou Fall (6.60, récord personal) y al holandés Joris Van Gool (6.61). Dani Rodríguez, que hizo doblete en el campeonato de España (60 y 200), se quedó fuera en semifinales con un crono de 6.76.

El murciano Mariano García, enrabietado por su tercer puesto en el campeonato de España este fin de semana, resurgió en la misma pista con una victoria contundente y una marca de relumbrón: 1:45.66, récord del mitin, sexta mejor marca europea del año y tercera española de todos los tiempos.

Por delante de él, en el ránking español, sólo quedan Antonio Reina (1:45.25) y Álvaro de Arriba (1:45.43).

García derrotó a este último, actual campeón de Europa y de España en ejercicio, que terminó quinto con 1:46.93, aún así su mejor registro de la temporada.

Por detrás del murciano llegaron dos ilustres; el bosnio Amel Tuka (1:45.95), actual subcampeón del mundo al aire libre, y el francés Pierre-Ambroise Bosse, campeón mundial en 2017.

Yago Rojo, en labores de liebre, cubrió el 400 en 49.60 y Mariano García, siguiendo su estela desde la salida, quedó en la punta a 300 metros del final. Nadie pudo arrebatarle la victoria.

El etíope Selemon Barega volvió a reinar en el 1.500, aunque el campeón de España, Jesús Gómez, le apretó en el último giro. Venció el africano con 3:35.43 y el burgalés, segundo, hizo marca personal con 3:36.32, lo mismo que el toledano Sergio Paniagua, tercero con 3:39.09 por delante del astro polaco Marcin Lewandowski, actual campeón de Europa bajo techo.

El checo Pavel Maslak, tres veces campeón mundial y otras tantas europeo de 400, sigue afinando su puesta a punto para el Europeo inminente. Llegaba con 46.22 este año, ganó la cuerda al pasar por el 200 en 21.25 y se fue de Madrid con una victoria en 46.12.

El estadounidense Tyrell Richard (46.14) precedió en la meta al campeón de España, Óscar Husillos, que logró su mejor crono de la temporada (46.37). “Creo que tengo más”, advirtió el palentino. El toledano Lucas Búa bajó de los 47 segundos (46.83), mínima europea.

El estadounidense Grant Holloway

La etíope Hamitam Alemu, de 21 años, dominó el 800 con 1:58.94, y por detrás Esther Guerrero, que venía de ser campeona de España de 1.500 en la misma pista, hizo marca personal con 2:01.13, adelantando en los últimos metros a la irlandesa Nadia Power (2:01.55). El 400 se había pasado en 58.33.

El cubano Juan Miguel Echevarría, ganador del World Indoor Tour en longitud antes de llegar a Madrid, se impuso con un salto de 8,14 insuficiente para recuperar el primer puesto del ránking mundial de la temporada, que sigue perteneciendo al estadounidense Isaac Grimes con 8,33.

Un año después de ejecutar en esta misma pista un salto de 8,41, récord del World Tour en vigor, que terminó siendo la mejor marca mundial de 2020, Echevarría, campeón mundial bajo techo, no ha vuelto a superar los 8 metros en este concurso, pero tampoco lo hicieron sus rivales. El ucraniano Vladyslav Mazur fue segundo con 7,98 y Eusebio Cáceres, reciente campeón de España con 7,91 en la misma pista, terminó cuarto con 7,68.

El triple salto femenino añoró el récord mundial de Yulimar Rojas, el año pasado. En ausencia de la venezolana, que no está en forma, se impuso Tori Franklin, dos veces campeona estadounidense en pista cubierta, con 14,22, sólo un centímetro más que la portuguesa Patricia Mamona.

Ana Peleteiro, campeona de España y de Europa bajo techo, no tuvo un buen día. Sólo hizo un salto válido, el último, de 13,88 (sexta). Enfadada consigo misma, dejó plantados en la zona mixta a los periodistas que la esperaban para recoger sus impresiones.

EFE

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