El crecimiento de Andriy Lunin aprovechando la ausencia de Thibaut Courtois, llegó a su momento de rendimiento máximo en el Etihad Stadium. Héroe de la resistencia madridista con dos penaltis en la tanda que dispararon al Real Madrid a las semifinales. Protagoniza un duelo de porteros estelar ante el mejor Ter Stegen del curso. Clave para la resurrección del Barcelona en LaLiga con seis jornadas sin encajar un solo tanto.
Lunin se ha ganado en el momento de mayor trascendencia de la temporada el derecho a decidir su futuro. Sobre la mesa la propuesta de renovación con mejora ostensible del contrato del Real Madrid, que ha encontrado el heredero de Courtois. Pero también la opción de que su nuevo representante, Jorge Mendes, le mueva a un club grande de Europa si no desea regresar al papel de secundario.
En ocho meses la situación del portero ucraniano ha cambiado. Cuando tuvo la duda sobre su continuidad en el Real Madrid, antes de la grave lesión de rodilla de Courtois en agosto, las opciones de salida no le satisfacieron. Ahora ha demostrado su valía. Ganó el pulso a Kepa Arrizabalaga, que partió con ventaja para el técnico Carlo Ancelotti, y ha superado momentos de dificultad para acabar siendo gran protagonista.
Ese papel de portero decisivo, aquellos ‘milagros’ de Iker Casillas que se convirtieron en paradas de firmeza de Courtois, claves en los éxitos recientes del Real Madrid, apareciendo siempre con papel salvador en momentos de debilidad, lo asumió Lunin en su día grande en el Real Madrid.
En el Etihad, levantándose el ‘hombre de hielo’ del error con el que comenzó la eliminatoria ante el Manchester City en el Santiago Bernabéu. Un exceso de confianza en la colocación de la barrera a una falta lejana. Su reacción tardía al disparo de Bernardo Silva. Respondió con firmeza, para enterrar cualquier sentimiento de culpa, en casa del vigente campeón.
Con diez intervenciones durante el partido, incluyendo la prórroga, a los once remates a puerta del equipo de Pep Guardiola. Asentándose como especialista en detener penaltis con sus paradas a Bernardo Silva y Mateo Kovacic. Desde que juega en España, cedido primero por el Real Madrid antes de ser elegido como segundo de Courtoi, le han chutado quince penas máxima y detuvo siete.
Apenas, hasta la eliminatoria ante el City, había disputado partidos decisivos. Goleado en uno de sus peores encuentros. En Copa del Rey en el Metropolitano, en su mayor goleada en el Real Madrid (4-2). Reivindicativo en la ida de octavos de final de la ‘Champions’ en Alemania, igualando un récord de paradas de un portero madridista en casa del Leipzig para sostener el triunfo blanco. Encara su primer clásico en un día que sentirá el calor del madridismo, el agradecimiento por colaborar en la gesta.
La cuenta de Mar-André Ter Stegen aumentará a los 23. El jugador del Barcelona que más ha disputado en la actual plantilla. Aún digiriendo el varapalo de los cuatro goles encajados en Montjuic del PSG que dieron forma a la remontada francesa y al eliminación europea del Barcelona de unas semifinales que acariciaron.
A 53 minutos de superar su marca de imbatibilidad. Pieza clave en el resurgir barcelonista desde su regreso. Con dudas después de tres meses de baja en su reaparición ante el Granada, encajando tres tantos en el empate, lejos de la imagen de seguridad que transmite a sus compañeros. Encajando en el triunfo Balaídos su último tanto en Liga, de Iago Aspas.
Desde entonces portería a cero frente a Getafe, Athletic Club, Mallorca, Atlético de Madrid, Las Palmas y Cádiz para meterse de lleno en la pelea por el ‘Zamora’ que ya ganó en una ocasión. Con la confianza recuperada por el buen resultado de la delicada operación de espalda a la que se sometió.
Ya vivió la misma situación la pasada temporada cuando aterrizó en el Bernabéu después de seis jornadas sin encajar. Karim Benzema, en doce minutos, dejó su récord en 636 minutos. Superarlo significará que el Barcelona enciende la pelea por el título si sus compañeros extienden su firmeza con algún gol. El objetivo llegar al récord que marcó Claudio Bravo, 755 minutos sin recibir un tanto en LaLiga.
Un total de 14 de los 22 clásicos que jugó Ter Stegen fueron en la competición doméstica. Seis triunfos, tres empates y cinco derrotas. Dos puertas a cero, ambas en el Bernabéu en 2017 y 2022. Salió victorioso del estadio madridista en cuatro ocasiones. Derrotado en tres. En sus guantes y el pulso con Lunin, reside la sentencia o resurrección de LaLiga EA Sports.
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EFE