¿Qué está pasando con el fútbol femenino en Colombia? La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) anunció que abrirá una investigación contra la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y 29 clubes profesionales por presuntas prácticas anticompetitivas que afectarían el desarrollo del fútbol femenino en el país.
Según la SIC, estas entidades habrían acordado una serie de restricciones para limitar el crecimiento y la profesionalización de las jugadoras, tales como:
– Establecer una tabla de salarios que fijaba un rango entre el salario mínimo y un máximo de 4’500.000 pesos mensuales para la mayoría de las futbolistas, sin importar su rendimiento, trayectoria o reconocimiento.
– Consignar solo una vez al año el salario máximo a las jugadoras, lo que implicaría que el resto del tiempo recibirían menos dinero o ningún pago por su trabajo.
– No permitir la participación de los clubes en torneos internacionales o amistosos sin el aval de la FCF o la Dimayor, lo que reduciría las oportunidades de visibilidad y proyección de las jugadoras.
– No garantizar la continuidad del torneo profesional femenino, que solo se ha realizado una vez al año desde 2017 y con una duración muy corta en comparación con el masculino.
La SIC pone la lupa sobre el fútbol femenino en Colombia: ¿qué hay detrás de los bajos salarios y las condiciones precarias de las jugadoras?
Estas medidas, según la SIC, tendrían como efecto “obstaculizar la promoción y el desarrollo del fútbol profesional femenino en Colombia”, al impedir que las jugadoras puedan dedicarse exclusivamente a su carrera deportiva y mejorar sus condiciones laborales y económicas.
Además, representarían una violación a la libre competencia y a los derechos de las consumidoras, que podrían verse privadas de disfrutar de un espectáculo deportivo de calidad y diversidad.
La investigación de la SIC se da luego de varias denuncias públicas que han hecho las jugadoras y sus representantes sobre la situación precaria que viven en el fútbol colombiano. Algunas de ellas han tenido que recurrir a otras actividades para sostenerse, como vender comida o ropa, o han optado por emigrar a otros países donde se les reconoce su talento y se les paga mejor.
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