Silvia Pinal, actriz, productora y figura clave de la época de oro del cine mexicano, falleció este jueves en Ciudad de México a los 94 años. Su legado abarca más de siete décadas de carrera en el cine, el teatro, la televisión y la política. Con su muerte, no solo se apaga una de las luminarias más brillantes de la historia cultural de México, sino también una época de esplendor que marcó un antes y un después en la industria cinematográfica del país.
Pinal destacó por su versatilidad y por romper moldes, siendo una de las primeras actrices mexicanas en realizar un desnudo en pantalla. Su trabajo con el cineasta español Luis Buñuel en películas como Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965) la consolidó como una artista de calibre internacional, ganándose un lugar entre las leyendas del cine.
Nacida en Ciudad de México en 1931, Pinal debutó en la pantalla grande en 1949 con El pecado de Laura, dirigida por Julián Soler. Aunque su primer papel fue secundario, su talento y carisma la llevaron rápidamente a protagonizar películas junto a figuras icónicas como Pedro Infante y Germán Valdés “Tin Tan”.
Fallece Silvia Pinal, musa de Luis Buñuel y leyenda del cine mexicano
Su carrera dio un giro internacional al conocer a Luis Buñuel, con quien trabajó en tres de sus películas más importantes. Su interpretación en Viridiana, considerada una obra maestra del cine mundial, desató controversia en la España franquista y fue prohibida por el régimen.
La actriz logró sacar clandestinamente copias de la cinta hacia México, asegurando que la película sobreviviera. “Me temblaban las piernas en la aduana, pero dije que eran cortometrajes caseros”, recordó en una entrevista.
Además de su éxito en el cine, Pinal brilló en teatro y televisión. Fue productora y presentadora del emblemático programa Mujer, casos de la vida real, que durante dos décadas relató historias basadas en hechos reales, marcando a generaciones de televidentes.
La actriz también incursionó en la política como diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde expresó su deseo de contribuir al desarrollo del país. “Ser diputada es el puesto más hermoso que alguien puede tener. Es una manera de ayudar, cosa que como actriz no siempre se puede hacer”, afirmó.
En septiembre pasado, Pinal celebró sus 94 años rodeada de familiares y amigos, asegurando que aún se sentía “como de 18 años”. Sin embargo, con su partida, México pierde a una mujer que no solo fue símbolo de glamour y talento, sino también una testigo de la evolución artística y social del país.
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