“Tiger King: Murder, Mayhem and Madness”, una trágica y surreal historia asentada en tres centros estadounidenses para felinos salvajes, fusiona traiciones, drogas, terribles accidentes y hasta un millonario desaparecido en Florida.
Componentes suficientes para convertirla en el gran fenómeno de Netflix durante la cuarentena por el coronavirus.
Su éxito ha sido tal que la empresa estadounidense de investigación de mercado Nielsen reveló que, según sus cálculos -Netflix no da cifras-, unos 34,3 millones de estadounidenses habían visto los episodios del documental durante los primeros 10 días después de su estreno el 20 de marzo.
La cifra supera los 31,2 millones de espectadores que vieron la segunda temporada de “Stranger Things” en la misma cantidad de días.
No es para menos. Contada en forma de serie, las historias de Joseph “Joe Exotic” Maldonado-Passage y Carole Baskin producen esa irresistible mezcla de incredulidad, fascinación y fastidio, que no solo hace imposible dejar de ver lo que sigue sino que produce la necesidad de comentarlo.
De hecho, el título que se traduce “El rey tigre: asesinato, violencia y locura” le queda corto y la audiencia ha respondido con la misma mirada hipnótica del que pasa al lado de un accidente trágico en la autopista, y no puede dejar de observar los restos.
Precisamente, la popularidad de “Tiger King” fue aumentando exponencialmente según iban subiendo las menciones en las redes.
Según las mediciones de Critical Mentions Analytics, un 87,7 de los comentarios relacionados con ficción en televisión o “streaming” durante los últimos días de marzo fueron sobre esta serie.