Los gatos son animales fascinantes, que despiertan la curiosidad y la admiración de muchas personas. Una de las características que más llama la atención de estos felinos es la forma en que caminan, dejando una sola línea de huellas cuando se desplazan por diferentes superficies. ¿A qué se debe este comportamiento? ¿Qué beneficios les aporta? ¿Qué otros animales lo comparten? En este artículo te lo explicamos.
Caminar mediante registro directo: una técnica ancestral
Los gatos, al igual que otros animales de cuatro patas, caminan mediante lo que se conoce como registro directo. Esto significa que colocan las patas traseras donde antes estaban las delanteras, siguiendo una misma línea recta. De esta forma, las huellas que dejan son menos numerosas y más ordenadas que las de otros animales que caminan de forma más dispersa.
El registro directo es una técnica que los felinos han heredado de sus antepasados salvajes, y que les ha servido para adaptarse y sobrevivir en diferentes entornos. Los gatos han evolucionado como cazadores y presas, por lo que han desarrollado estrategias para pasar desapercibidos y evitar el peligro.
Al caminar mediante registro directo, los gatos consiguen dos objetivos principales: ocultar su rastro y reducir el ruido. Al dejar menos huellas, los gatos dificultan que otros animales los rastreen o los identifiquen. Además, al pisar sobre una zona ya compactada, los gatos minimizan las posibilidades de hacer ruido al romper una rama o al mover una piedra. Esto les permite ser más sigilosos y sorprender a sus presas o escapar de sus depredadores.
Otros animales que caminan mediante registro directo
Los gatos no son los únicos animales que caminan mediante registro directo. Otros mamíferos, como los zorros, los coyotes o los camellos, también lo hacen. Estos animales comparten con los gatos la necesidad de cazar o de evitar ser cazados, por lo que también se benefician de esta forma de caminar.
Sin embargo, no todos los animales que caminan mediante registro directo lo hacen por las mismas razones. Algunos, como los elefantes o los rinocerontes, lo hacen por una cuestión de anatomía y equilibrio. Estos animales tienen un cuerpo muy pesado y unas patas muy cortas, por lo que les resulta más fácil y cómodo caminar en línea recta que en zigzag.
Otros animales, como los caballos o los perros, pueden caminar mediante registro directo o no, dependiendo de la situación. Estos animales tienen una mayor flexibilidad y versatilidad en su forma de caminar, y pueden adaptarse a las circunstancias. Por ejemplo, un caballo puede caminar en línea recta cuando va al paso, pero puede separar sus patas cuando va al galope. Un perro puede caminar en línea recta cuando va tranquilo, pero puede saltar o jugar cuando está excitado.
El registro directo en los gatos domésticos
Los gatos domésticos, a pesar de haber perdido gran parte de su instinto salvaje, siguen caminando mediante registro directo. Esto se debe a que esta forma de caminar está impresa en su ADN, y les resulta natural y cómoda. Además, los gatos domésticos siguen teniendo ciertos comportamientos de caza y de defensa, por lo que el registro directo les sigue siendo útil.
No obstante, los gatos domésticos pueden variar su forma de caminar según el contexto y el estado de ánimo. Por ejemplo, cuando un gato está asustado o amenazado, puede caminar de forma más errática o irregular, para confundir a su agresor o para buscar una salida. Cuando un gato está jugando o persiguiendo algo, puede caminar de forma más ágil o saltarina, para divertirse o para atrapar su objetivo.
Por eso, las huellas de gato que podemos ver en casa o en la calle no siempre siguen una sola línea. A veces, podemos ver huellas más dispersas o desordenadas, que reflejan la personalidad y el estado de ánimo de nuestro amigo felino. Lo que sí es seguro es que, sea como sea, las huellas de gato siempre nos dejarán una huella en el corazón.
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EFE