Una cadena de eventos trágicos conmocionó Líbano y Siria este martes cuando una serie de explosiones simultáneas dejó al menos 12 muertos, incluida una niña de 8 años, y alrededor de 3.000 heridos. Los responsables de esta devastación fueron beepers utilizados por miembros de la milicia Hezbollah, los cuales explotaron casi al mismo tiempo en varias ciudades.
Hezbollah y el gobierno libanés señalaron a Israel como el autor intelectual del ataque, el cual parece haber sido un golpe coordinado y a distancia.
El vínculo con los beepers AR-924
Los dispositivos que causaron esta tragedia eran beepers AR-924, un modelo comercializado por la empresa taiwanesa Gold Apollo. La compañía admitió el miércoles haber autorizado el uso de su marca en estos aparatos, pero aseguró que no eran responsables de su fabricación directa. Gold Apollo declaró que los beepers fueron producidos por BAC Consulting KFT, una firma con sede en Budapest, Hungría, con la que tienen un acuerdo comercial desde hace tres años.
Fabricante de beepers explosivos que estallaron en manos de Hezbollah apunta a una firma húngara
En un comunicado, el presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, confirmó que BAC Consulting tiene plena responsabilidad en el diseño y la manufactura de los dispositivos, aunque resaltó que la marca comercial sigue siendo propiedad de la empresa taiwanesa. La compañía, sin embargo, no ofreció pruebas del contrato que respalde esta relación.
Aproximadamente a las 3:30 de la tarde, los beepers comenzaron a sobrecalentarse en diversas localidades de Líbano y Siria, justo en las manos o bolsillos de cientos de miembros de Hezbollah que llevaban estos dispositivos.
Las explosiones ocurrieron en áreas clave donde Hezbollah tiene una fuerte presencia, como los suburbios del sur de Beirut, la región de Beqaa y Damasco. Testigos describieron escenas caóticas, con cuerpos salpicados de sangre y una población sumida en el pánico.
Aunque Hezbollah ha señalado a Israel como el responsable del ataque, autoridades estadounidenses confirmaron que Israel notificó a Estados Unidos sobre la operación tras su conclusión. Fuentes que hablaron bajo anonimato revelaron que pequeñas cantidades de explosivos estaban ocultas en los beepers, lo que permitió una detonación coordinada y efectiva a distancia.
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