Líder depuesto de Burkina Faso pide a golpistas “entrar en razón para evitar guerra”

El depuesto presidente de Burkina Faso, teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, pidió hoy a los golpistas que le derrocaron este viernes “entrar en razón para evitar una guerra fratricida”.

Un grupo de militares encabezados por el capitán del Ejército Ibrahim Traoré dio un golpe de Estado y depuso a Damiba, líder de la junta militar en el poder, a quien acusaron de ser incapaz de atajar el terrorismo yihadista que sacude al país.

En un comunicado, Damiba hizo hoy “un llamamiento al capitán Traoré y compañía a entrar en razón para evitar una guerra fratricida que Burkina Faso no necesita en este contexto”.

En su primera comunicación pública desde el golpe, el teniente coronel negó también que se haya refugiado en la base militar de Kamboissin, situada en el norte de la capital burkinesa, Uagadugú, que alberga efectivos franceses de la Operación Barkhane (liderada por Francia), que combate al yihadismo en el Sahel.

“Niego formalmente haberme refugiado en la base francesa de Kamboincé (como se escribe también el nombre de ese campamento). Es sólo una intoxicación para manipular la opinión”, alegó.

“Los trágicos acontecimientos que atraviesa nuestro país en estos momentos -insistió- están en el origen de la difusión de información falsa, hábilmente orquestada y destilada con el objetivo de manipular a las poblaciones instrumentalizándolas para causas extranjeras y en detrimento de el interés superior de la nación”.

Finalmente, Damiba instó a la población civil a “mantener la calma en casa”.

En una comparecencia en la televisión estatal RTB, el subteniente Jean-Baptiste Kabré, en nombre de Traoré, nuevo hombre fuerte del país, anunció anteriormente que Damiba “se habría refugiado en la base francesa de Kamboinssin para planear una contraofensiva”.

Sin embargo, la Embajada de Francia negó “cualquier implicación del Ejército francés” en los hechos, así como los rumores que apuntan a que las autoridades depuestas “han sido acogidas o están bajo la protección de los soldados franceses”.

El jefe del Estado Mayor del Ejército burkinés, coronel David Kabre, instó hoy a “todas las partes a mantener la calma y la moderación para dar oportunidad a una salida negociada de la crisis”.

Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, cuyas acciones afectan especialmente al norte del país.

En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos -49 gendarmes y 4 civiles-, lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré.

Unos meses después, el 24 de enero, los militares liderados por Damiba tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.

La ONU se une a las condenas del nuevo golpe de Estado en Burkina Faso

EFE

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