Las elecciones presidenciales de Estados Unidos son uno de los eventos políticos más importantes y seguidos del mundo. Sin embargo, el sistema electoral estadounidense no es fácil de entender, ya que tiene varias particularidades que lo hacen diferente de otros países. En este artículo te explicamos cómo funciona el proceso de elección del presidente de EE.UU. y qué factores pueden influir en el resultado.
Elecciones presidenciales en EE.UU.: ¿cómo se decide quién gana?
El primer paso para elegir al presidente de EE.UU. es la celebración de las elecciones primarias y asambleas (caucus) en cada estado. Estas son unas votaciones internas de los partidos políticos, en las que los ciudadanos afiliados o simpatizantes eligen a los candidatos que representarán a su partido en las elecciones generales. Cada partido tiene sus propias reglas para organizar estas elecciones, que se realizan entre febrero y junio del año electoral.
El segundo paso es la celebración de las convenciones nacionales de los partidos, que son unas reuniones donde se confirma oficialmente a los candidatos elegidos en las primarias y se aprueba la plataforma política del partido. Estas convenciones se realizan entre julio y agosto del año electoral, y suelen ser eventos mediáticos donde los candidatos pronuncian discursos para motivar a sus seguidores.
El tercer paso es la campaña electoral, que es el periodo donde los candidatos recorren el país para presentar sus propuestas y tratar de convencer a los votantes. La campaña dura varios meses, pero se intensifica en las últimas semanas antes de las elecciones. Los candidatos participan en debates televisados, realizan mítines, conceden entrevistas y utilizan las redes sociales para difundir su mensaje.
¿Qué son los colegios electorales y por qué son clave para elegir al presidente de EE.UU.?
El cuarto paso es la celebración de las elecciones generales, que se realizan el primer martes después del primer lunes de noviembre del año electoral. En estas elecciones, los ciudadanos no votan directamente al presidente, sino a unos representantes llamados electores, que forman el colegio electoral. Cada estado tiene un número de electores proporcional a su población, que suman un total de 538. El candidato que obtiene la mayoría de los votos populares en un estado se lleva todos sus electores, salvo en Maine y Nebraska, donde se reparten proporcionalmente. El candidato que consigue al menos 270 electores gana las elecciones.
¿Qué pasa si hay un empate en las elecciones presidenciales de EE.UU.?
El quinto y último paso es la ratificación del resultado por el Congreso, que es el órgano legislativo formado por la Cámara de Representantes y el Senado. El Congreso se reúne el 6 de enero del año siguiente a las elecciones para contar los votos de los electores y declarar al ganador. Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta de los electores, la Cámara de Representantes elige al presidente entre los tres candidatos más votados, y el Senado elige al vicepresidente entre los dos más votados.
Como se puede ver, el sistema electoral estadounidense es complejo y puede generar situaciones inesperadas, como que el candidato más votado por el pueblo no sea el ganador, o que haya un empate entre los candidatos.
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