La Defensoría del Pueblo cuestiona la orden para medicar a Áñez sin su permiso

La Defensoría del Pueblo de Bolivia cuestionó este sábado la orden de un juez para medicar “contra su voluntad” a la expresidenta interina Jeanine Áñez, que hace once días inició una huelga de hambre por su libertad.

En un comunicado, la entidad, que también representa al Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, “observa” la determinación del juez Franklin Siñani que dispone “instruir y efectivizar (…), aún en contra de la voluntad de la accionante”, el inicio inmediato del “tratamiento de rehidratación u otros”.

La Defensoría del Pueblo señala que la huelga de hambre que inició Áñez “constituye un ejercicio legítimo del derecho a la libertad de expresión” y que “debe ser respetado”.

“No se le puede obligar a recibir tratamiento médico en contra de su voluntad”, remarca la entidad de derechos humanos.

Sobre esto, la Dirección de Régimen Penitenciario señaló en un comunicado que Áñez, “a pesar de que inicialmente se negó”, anoche “accedió” a colocarse una “solución por vía venosa de rehidratación”.

La Defensoría también asegura que la exmandataria interina “ha aceptado recibir tratamiento de rehidratación”, pero recomendó que las autoridades penitenciarias efectúen “valoraciones psicológicas y/o psiquiátricas para una contención emocional”.

Este sábado por la mañana, la hija de la expresidenta transitoria de Bolivia, Carolina Ribera, reiteró que, a pesar de presentarse en el penal, se le prohibió el ingreso así como también a otros de sus familiares.

Al respecto, la Defensoría del Pueblo también pide “un trato igualitario y sin discriminación para todas las privadas de libertad, sus familias y visitas”, en referencia a los golpes y prohibiciones que denunció Ribera por intentar acompañar a su madre.

Este viernes, un juez autorizó el traslado de Áñez a un centro médico para recibir atención, una orden que demoró en cumplirse y que finalmente se revirtió mientras que en exteriores de la cárcel un grupo afín al Gobierno buscó impedir su salida.

Ese tumulto, entre los que había varios funcionarios públicos, se apostó en los ingresos del penal y expulsó a unos cuantos seguidores de la exmandataria lanzándoles huevos.

Los seguidores de Áñez hacían una vigilia, pero los oficialistas desmontaron y prendieron fuego a la carpa en la que se resguardaban.

Al propósito, el manifiesto de la Defensoría también pidió a la Policía “tomar las medidas necesarias para evitar manifestaciones a favor o en contra de Jeanine Áñez en inmediaciones del penal de Miraflores” de La Paz.

La exmandataria está recluida preventivamente desde marzo del año pasado y sobre ella pesan dos procesos penales, los casos “golpe de Estado I y II” en los que se afirma, según el oficialismo, que ella se colocó ilegalmente en línea de sucesión constitucional para luego asumir la Presidencia del país.

Áñez era segunda vicepresidenta del Senado cuando el entonces presidente Evo Morales renunció a su cargo seguido por el vicepresidente y los presidentes de la Cámara Alta y la Cámara de Diputados.

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EFE

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