La presidenta de Hungría, Katalin Novak, anunció este sábado su renuncia al cargo, tras la polémica generada por su decisión de indultar a un hombre condenado por complicidad en un caso de abuso sexual infantil. Novak admitió haber cometido un error y pidió disculpas a la nación en un discurso televisado.
Novak, que asumió la presidencia en 2020, se vio envuelta en una ola de críticas y protestas después de que se hiciera público que había concedido el indulto a Zoltan Kovacs, un exdirector de un hogar de niños que había sido sentenciado a tres años de prisión por ayudar a encubrir los abusos cometidos por uno de sus empleados.
Katalin Novak, la presidenta que renunció por un indulto polémico
La decisión de Katalin Novak causó indignación entre las víctimas, las organizaciones de defensa de los derechos de los niños y la oposición política, que acusaron a la presidenta de ser cómplice de la pedofilia y de violar el principio de separación de poderes. Además, se organizaron varias manifestaciones frente al palacio presidencial y se recogieron miles de firmas para exigir su dimisión.
Novak, que pertenece al partido conservador Fidesz, del primer ministro Viktor Orban, trató de justificar su indulto alegando que Kovacs no había participado directamente en los abusos y que había mostrado arrepentimiento y colaboración con la justicia. Sin embargo, ante la presión social y mediática, reconoció haberse equivocado y asumió su responsabilidad.
“Cometí un error… Hoy es el último día que me dirijo a ustedes como presidenta”, dijo Novak en su discurso de despedida. “Tomé la decisión de conceder el indulto en abril pasado, creyendo que el condenado no abusaba de la vulnerabilidad de los niños a quienes había supervisado. Cometí un error porque el indulto y la falta de razonamiento fueron adecuados para generar dudas sobre la tolerancia cero que se aplica a la pedofilia”, añadió.
Katalin Novak también pidió perdón a las víctimas, a sus familias y a todos los ciudadanos que se sintieron ofendidos por su decisión. Asimismo, expresó su agradecimiento al primer ministro Orban y a su partido por el apoyo recibido y dijo que seguiría trabajando por el bien de Hungría desde otro ámbito.
La dimisión de Katalin Novak abre un proceso de sucesión en la presidencia, que es un cargo principalmente ceremonial en Hungría, pero que tiene algunas atribuciones importantes, como la de nombrar al primer ministro, al fiscal general y a los jueces del Tribunal Constitucional. Según la Constitución, el Parlamento debe elegir al nuevo presidente en un plazo de 30 días.
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