El Reino Unido registró hoy 377 fallecidos por COVID-19, hasta un total de 37.837 desde que comenzó la pandemia, y detectó 1.887 nuevos casos de contagio, informó en una rueda de prensa el primer ministro británico, Boris Johnson.
El jefe de Gobierno recalcó que mantiene sus planes de reabrir algunas escuelas de primaria y relajar las normas de distanciamiento social en Inglaterra a partir del lunes.
Johnson aseguró que los expertos creen que se cumplen las condiciones para continuar adelante con la desescalada, aunque subrayó que los cambios inmediatos a las reglas serán “limitados y precavidos”.
El 11 % de las camas hospitalarias que disponen de ventiladores mecánicos están ocupadas por pacientes con COVID-19, frente al 41 % el 10 de abril, por lo que considera que el sistema sanitario está en estos momentos suficientemente preparado.
La media de contagios diarios confirmados ha sido de 2.312 en la última semana, cuando fueron 5.066 durante la primera de mayo, unas cifras que el primer ministro considera adecuadas para considerar que “el ratio de infecciones está decreciendo hasta niveles manejables”.
A partir del lunes, el Gobierno recomendará la apertura en Inglaterra de parvularios y tres cursos de la educación primaria, mientras que el 15 de junio espera que los colegios de secundaria puedan proveer “cierto tiempo de contacto cara a cara” entre profesores y alumnos de dos cursos.
También la semana que viene podrán reabrir sus puertas comercios al aire libre, como tiendas de automóviles con exposición en el exterior, y se permitirá que se reúnan en parques o jardines privados hasta seis personas, incluso aunque no convivan entre sí.
Los planes del Ejecutivo pasan por reabrir más comercios no esenciales a mitad de junio, aunque Johnson precisó que los planes estarán sujetos a la evolución de las cifras de la pandemia. EFE