El papa Francisco, de 87 años, atraviesa un delicado momento de salud debido a una insuficiencia renal leve, según informó el Vaticano. A pesar de su estado, el pontífice ha asegurado que no tiene intención de renunciar, salvo que su condición física se deteriore gravemente.
Mientras tanto, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, aclaró que Francisco no presenta crisis respiratorias actualmente, aunque sigue en observación médica.
El papa había sufrido previamente una neumonía bilateral derivada de una bronquitis, que lo mantuvo hospitalizado por ocho días. Durante ese tiempo, requirió oxígeno de alto flujo y transfusiones de sangre debido a una trombocitopenia asociada a anemia.
“El Santo Padre continúa con una evolución clínica estable. Los últimos análisis revelaron una insuficiencia renal leve que está siendo tratada”, explicó Bruni en un comunicado oficial.
Vaticano confirma insuficiencia renal leve en el papa Francisco: sigue en funciones
A pesar de las especulaciones sobre su posible dimisión, Francisco reafirmó su compromiso con el papado. En su reciente libro “Esperanza”, el pontífice declaró que considera el ministerio petrino como un servicio de por vida. “Creo que el ministerio petrino es ad vitam y, por tanto, no veo condiciones para una dimisión”, escribió.
Sin embargo, el papa ha tomado precauciones. Al inicio de su pontificado, firmó una carta de renuncia que permanece en la Secretaría de Estado. Esta medida sería efectiva únicamente en caso de un “impedimento físico grave” que le impida cumplir con sus deberes.
¿Qué implica la insuficiencia renal leve?
La insuficiencia renal leve ocurre cuando los riñones no funcionan al 100 %, pero aún realizan la mayoría de sus funciones esenciales, como filtrar desechos y equilibrar líquidos en el cuerpo. Esta condición suele detectarse a través de análisis de sangre o de orina, ya que en las primeras etapas los síntomas pueden ser imperceptibles.
Aunque no se considera una fase avanzada, si no se controla, puede progresar y afectar la salud general. En muchos casos, con el tratamiento adecuado y un seguimiento médico constante, es posible estabilizar la enfermedad y prevenir complicaciones mayores.
El protocolo en caso de renuncia o fallecimiento
Si el papa Francisco llegara a renunciar o fallecer, se activaría el protocolo del cónclave en el Vaticano. Este proceso reúne a los cardenales electores menores de 80 años para elegir a un nuevo pontífice. Actualmente, 138 cardenales tienen derecho a voto.
El cónclave se lleva a cabo en la Capilla Sixtina bajo estrictas normas de confidencialidad. Se realizan hasta cuatro votaciones diarias y se requiere una mayoría de dos tercios para que un candidato sea elegido. El proceso puede extenderse entre 15 y 20 días.
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