Líderes de la OTAN reforzarán el este y darán a Ucrania apoyo ante la amenaza química

Los líderes de la OTAN apoyarán mañana en su cumbre extraordinaria en Bruselas la declaración de cuatro nuevos batallones multinacionales en Eslovaquia, Hungría, Polonia y Bulgaria, ante la amenaza que supone Rusia tras su invasión de Ucrania, a quien acordarán suministrar equipos para protegerse de posibles ataques químicos o nucleares.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 países de la Alianza Atlántica se reunirán en la capital belga para evaluar la respuesta a la crisis en Ucrania, cuyo presidente, Volodímir Zelenski, intervendrá por videoconferencia en la sesión de trabajo.

La OTAN ha pedido insistentemente a Rusia que pare su ataque a Ucrania y que vuelva a la vía diplomática pero, al mismo, tiempo, ha decidido acelerar las medidas para dar más seguridad a los aliados.

NUEVOS BATALLONES

Así, los líderes prevén mañana “reforzar la postura de la OTAN en todos los dominios, tierra, mar y aire. Con grandes aumentos de nuestras fuerzas en la parte oriental de la Alianza”, anunció el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa en la víspera de la cumbre.

“El primer paso es el despliegue de cuatro nuevos batallones”, lo que significa que la Alianza tendrá en total ocho batallones multinacionales en el flanco oriental, “del mar Báltico al mar Negro”, explicó Stoltenberg, contando con los batallones que ya situó en los tres países bálticos y Polonia tras la anexión rusa de Crimea en 2014.

Stoltenberg afirmó que estos nuevos batallones, que “estarán desplegados tanto tiempo como sea necesario”, ya tienen a la mayor parte de sus integrantes sobre el terreno.

Dejó claro que se tratará de batallones “multinacionales”, de manera que contarán con un “importante componente de fuerzas de defensa nacionales” pero también de aportaciones de otros aliados.

Según el secretario general aliado, estos nuevos batallones forman parte de la “reacción inmediata” de la OTAN ante el comportamiento de Rusia, que ha implicado ya la disposición en “alerta elevada” de cientos de miles de militares de la OTAN.

Se ha elevado a 100.000 el número de efectivos estadounidenses en Europa, muchos de ellos en la parte este de la Alianza, y 40.000 militares están bajo comando directo de la Alianza, afirmó.

Al mismo tiempo, la OTAN se ha propuesto “repensar” su disuasión y defensa a largo plazo, ya que “esta brutal agresión a Ucrania tendrá consecuencias para nuestra seguridad a largo plazo, es una nueva normalidad para nuestra seguridad, y la OTAN tiene que responder a esa nueva realidad”, apostilló Stoltenberg.

Para ello, los ministros aliados de Defensa acordaron hace una semana solicitar a los mandos militares estudiar cómo reforzar la postura militar en todos los ámbitos a “largo plazo”, incluyendo con más tropas y equipos preposicionados en el este de Europa, de cara a tomar decisiones en la cumbre aliada de Madrid de finales de junio.

AMENAZA QUÍMICA O NUCLEAR

Los líderes aliados también prevén mañana acordar dar apoyo adicional a Ucrania, incluida asistencia para la ciberseguridad, así como equipamiento para ayudar a protegerse contra “amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares”.

Stoltenberg reconoció que la Alianza está “preocupada por la posibilidad del uso de armas químicas o biológicas”, tras las “afirmaciones falsas” de Moscú de que Kiev estaba produciendo armamento químico.

Alertó de que esas declaraciones pueden ser una forma de crear “un pretexto” para que Rusia utilice armas químicas en Ucrania cuando es el Kremlin el que ya ha utilizado agentes químicos contra figuras de la oposición política y ha facilitado su empleo en Siria.

El ex primer ministro noruego advirtió de que el uso de armas químicas podría ser “extremadamente grave para la población de Ucrania” y tener “consecuencias directas para países aliados de la OTAN” por la “propagación de agentes químicos o biológicos”.

Igualmente, instó a Moscú a “detener sus alardes nucleares”, los cuales calificó de “peligrosos e irresponsables”.

“Una guerra nuclear no se puede ganar y nunca debe combatirse”, constató, y puso el acento sobre la necesidad de “hacer todo lo que se pueda” para evitar que el conflicto bélico “escale más allá de Ucrania y se convierta en incluso más mortífero y peligroso de lo que vemos hoy”.

PAPEL DE CHINA

Los líderes de la OTAN también hablarán mañana de la posición de China en el conflicto ucraniano y Stoltenberg recordó que Pekín ya ha dado a Rusia apoyo político y que ahora les preocupa que también “pueda proporcionar apoyo material a la invasión rusa”.

También se espera que los líderes aliados acuerden mañana acelerar su apoyo específico a países socios “en riesgo por la presión rusa”, como Georgia y Bosnia Herzegovina.

Stoltenberg se refirió además a Bielorrusia, país que “sigue posibilitando la invasión al proporcionar territorio, aeródromos, infraestructura militar y espacio aéreo”, desde los que Rusia lanza ataques contra Ucrania.

Preguntado por la posibilidad de que los aliados le pidan continuar en el cargo pese a que en la cumbre de Madrid debía elegirse a su sustituto, no cerró la puerta a esa posibilidad y aseguró que la decisión corresponde a los 30 aliados.

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EFE

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