En un importante fallo emitido por el Tribunal Penal de Emergencia de Seguridad del Estado en Egipto, el exlíder del grupo islamista Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, y otros siete destacados cabecillas han sido condenados a pena de muerte. Esta sentencia se debe a su implicación en el suministro de armas de fuego, municiones y artefactos explosivos a los participantes de la sentada de Rabaa en 2013, así como por el uso de la fuerza en el conflicto.
Un fallo sin precedentes: Condenan a pena de muerte a líderes de los Hermanos Musulmanes
Según el comunicado oficial emitido por el tribunal, los ocho líderes de la Hermandad han sido remitidos al gran mufti, la máxima autoridad religiosa del país, para obtener su opinión legal sobre la pena de muerte. Cabe destacar que los edictos del gran mufti no son vinculantes, pero su aprobación puede tener un peso significativo en la decisión final.
Entre los sentenciados se encuentran figuras prominentes como Mohamed Badía, exlíder espiritual del grupo, y Mahmud Ezat, líder interino. Además, los dirigentes de la cofradía Amr Zaki, Osama Yasin, Safuat Hegazy, Esam Abdelmayid y Mohamed Abdelmaqsud también han sido condenados. Es importante mencionar que la mayoría de ellos ya enfrentaban penas de cárcel en otros casos relacionados.
Según la Fiscalía, el caso fue remitido al Tribunal Penal de Emergencia de la Seguridad del Estado después de casi ocho años de investigaciones, durante los cuales se registraron numerosos actos de violencia por parte de la organización. Estos actos resultaron en la muerte de ciudadanos y oficiales de policía.
El tribunal sostiene que los ocho líderes organizaron una marcha desde la sentada de Rabaa al Adauiya hasta el monumento de la plaza, con el objetivo de ampliar el área de la concentración y paralizar por completo el movimiento de la ciudad. También se les acusa de utilizar la fuerza contra los empleados del Estado y los ciudadanos que no simpatizaban con el grupo, así como de distribuir armas de fuego, municiones y artefactos explosivos entre los participantes de la concentración.
En los últimos años, muchos líderes de los Hermanos Musulmanes han sido encarcelados y condenados a severas penas, mientras que otros han huido del país tras el derrocamiento del expresidente islamista Mohamed Mursi, miembro destacado de esta hermandad. La organización fue declarada grupo terrorista a finales de 2013, lo que llevó a las autoridades a perseguir tanto a los líderes como a los miembros y simpatizantes del grupo, incautándose de todos sus bienes y empresas relacionadas.
Este fallo representa otro paso en los esfuerzos del gobierno egipcio por reprimir la actividad de los Hermanos Musulmanes y garantizar la seguridad y estabilidad del país. Sin embargo, también ha generado controversia y críticas en relación con los derechos humanos y la pena de muerte.
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