La guerra entre Israel y Hamás cumplió este miércoles 110 días con una potente ofensiva del Ejército israelí en el sur de la Franja de Gaza, que sigue cobrando vidas palestinas, y sin un acuerdo de tregua a la vista que permita liberar a los rehenes que el grupo islamista sigue reteniendo.
Catar, que junto con Egipto y Estados Unidos trata de mediar para una tregua, informó a Israel de que Hamás rechazó su última oferta, según los principales medios de comunicación israelíes.
Israel habría pedido la liberación de los más de cien rehenes que siguen cautivos en Gaza a cambio de la puesta en libertad de algunos palestinos presos en cárceles israelíes y de un cese el fuego temporal, según la cadena pública de televisión Kan y los canales 13 y 12.
Citando a altos funcionarios, estos medios aseguran que los líderes de Hamás han endurecido su postura en las negociaciones, pero que aún hay posibilidades de abordar otras propuestas.
En las últimas semanas, Hamás había dicho estar dispuesto a liberar a los rehenes siempre y cuando Israel se comprometiera a un alto el fuego permanente, una condición a la que hasta ahora se ha negado vehementemente el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Según el Canal 12, Hamás ha propuesto ahora un acuerdo que incluye la liberación de rehenes a cambio de un alto el fuego que dure entre 10 y 15 años.
Entretanto, la prensa palestina asegura que Israel eventualmente cederá a las condiciones de Hamás, tomando en cuenta las crecientes críticas internacionales contra la ofensiva israelí, que desde el 7 de octubre ha dejado 25.700 muertos (la mayoría niños y mujeres), 63.740 heridos, 8.000 desaparecidos, según las autoridades gazatíes, y casi dos millones de desplazados en la Franja de Gaza.
“Todo lo publicado sobre el acuerdo (de tregua) pretende engañar a la opinión pública israelí y trasladar la responsabilidad a la resistencia (palestina), así como evitar el coste que Netanyahu y su gobierno tendrán que pagar”, aseguró Mahmud Mardawi, funcionario de Hamás, a la agencia Quds News Network, afiliada a Hamás y a la Yihad Islámica.
Israel terminará por aceptar las condiciones del grupo islamista “porque las cartas que tiene la resistencia son fuertes y reales. Ningún gobierno o primer ministro israelí puede evadirlas”, añadió, al asegurar que la guerra no continuará indefinidamente pues “el apoyo internacional a la ocupación (israelí) se está desmoronando”.
Netanyahu afronta también la presión interna para un cese el fuego. El primer ministro atraviesa una crisis de popularidad que empeoró con la guerra; el conflicto estalló tras un ataque de Hamás, que causó unos 1.200 muertos, con la toma de 250 rehenes.
Los familiares de los rehenes realizan manifestaciones cada vez más concurridas para exigir que Israel acepte un cese el fuego permanente y la liberación de presos palestinos, con tal de recuperar a sus seres queridos.
Este miércoles, miles de israelíes tomaron las calles de Tel Aviv, un día después de que una manifestación liderada por mujeres hiciera lo propio. Además, desde el 21 de enero se instaló un plantón cerca de la residencia de Netanyahu en Jerusalén con protestas diarias, que hoy reunieron a medio millar de personas.
A finales de noviembre, una tregua de una semana permitió la liberación de 105 rehenes a cambio de 240 presos palestinos. En total, 110 rehenes han sido liberados y se estima que 130 siguen cautivos en la Franja, aunque 28 habrían muerto.
Mientras tanto, las tropas israelíes dejaron este miércoles decenas de víctimas mortales durante sus ataques focalizados en Jan Yunis, la región más importante del sur de la Franja de Gaza, y cuya principal ciudad, bastión de Hamás, ha sido rodeada.
Israel mantiene por tercer día consecutivo el asedio de los dos principales hospitales de la región: Al Amal, que alberga a unos 7.000 desplazados por la violencia, además de cientos de heridos, y Naser, cuyos servicios se encuentran al borde del colapso.
Además, al menos nueve personas murieron y otras 75 resultaron heridas este miércoles en un albergue de la UNRWA (Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos) en Jan Yunis después de que el Ejército de Israel disparara proyectiles de tanque contra el refugio, donde se encontraban unos 800 desplazados.
En el centro de la Franja, los soldados israelíes destruyeron un túnel de Hamás que estaba ubicado a 20 metros de profundidad y a sólo un kilómetro y medio de la frontera israelí, en donde los milicianos almacenaban misiles y otras armas.
De interés: Más de 25.000 muertos por ataques israelíes en Gaza desde el inicio de la guerra
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EFE