El Gobierno francés encara la recta final de la reforma de pensiones que ha generado un intenso debate en el país, con fuertes protestas y huelgas por parte de sindicatos y trabajadores. La propuesta de reforma busca unificar los más de 40 sistemas de pensiones existentes en Francia en un único régimen y establecer una edad de jubilación de 64 años para recibir una pensión completa.
La reforma ha sido presentada como una medida necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones en el país, pero ha generado un amplio rechazo por parte de sectores sindicales y trabajadores que argumentan que la propuesta generaría mayores desigualdades y perjudicaría a los trabajadores más precarios.
El proyecto de reforma ya ha sido aprobado en primera lectura en la Asamblea Nacional, pero aún debe pasar por el Senado. La dura recta final parlamentaria que enfrenta la reforma en el Senado hace que su aprobación no sea un hecho asegurado, y se espera que las negociaciones y protestas continúen en las próximas semanas.
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El presidente Emmanuel Macron ha defendido la necesidad de la reforma, argumentando que busca garantizar un sistema de pensiones justo y sostenible a largo plazo. Sin embargo, los sindicatos han llamado a una huelga general en todo el país para protestar contra la propuesta.
La reforma de pensiones en Francia es un tema altamente polémico y ha generado un amplio debate sobre el futuro del sistema de pensiones en el país. Se espera que la recta final parlamentaria sea intensa y que las negociaciones continúen hasta el último minuto antes de su aprobación o rechazo definitivo.
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