Cuatro regiones italianas comienzan el confinamiento entre protestas

Las regiones norteñas de Lombardía, Piamonte y el Valle de Aosta y la sureña Calabria comienzan hoy su segundo confinamiento, algo más blando que el de marzo, al haber sido consideradas por el Gobierno en riesgo en esta segunda ola de la pandemia de coronavirus y no cesan las protestas por esta decisión.

Desde hoy, Italia está dividida en tres, con regiones amarillas, naranjas y rojas, según los indicadores de peligrosidad que maneja el Gobierno y que han desatado las críticas de todos los presidentes regionales.

Un confinamiento sólo en estas regiones y que se produce después de que el país registró este jueves 445 muertos, en los niveles de los momentos peores de la primera ola.

Además, según se explicó, probablemente el sábado, con la llegada del nuevo informe semanal del Instituto Superior de Sanidad, otras regiones podrían ver actualizada su situación.

Según los técnicos que trabajan en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud, Campania, Veneto, Liguria y Toscana, podrían pasar de ser zona amarilla, la que aún mantiene las restricciones más ligeras, a zona naranja.

Mientras que continúan las protestas del presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana, que acusa al Gobierno de utilizar los datos de la semana pasada y no tener en cuenta las mejorías que se han producido en estos últimos días.

El presidente de Piamonte, Alberto Cirio, incluso anunció que podría impugnar el decreto. “Siempre he compartido la necesidad de un endurecimiento de las medidas, tanto que en las últimas semanas yo mismo he adoptado órdenes restrictivas para los centros comerciales, he reducido la capacidad del transporte público y he introducido la educación a distancia escuelas secundarias.

Espero, sin embargo, que se aclare el método adoptado por el gobierno para decretar la división del país en zonas de riesgo”, afirmó.

Con en este nuevo confinamiento blando, como se ha denominado, en las regiones consideradas zona roja desde hoy no abrirán las tiendas, restaurantes y bares.

Se prohíbe viajar a otras regiones y salir de casa si no es para ir al trabajo, llevar a los niños al colegio o por motivos urgentes o de salud.

Pero se mantienen abiertos los supermercados y negocios de bienes de primera necesidad, las fábricas y otras actividades como las peluquerías, estancos, farmacias y quioscos y las guarderías y colegios solo para la educación primaria.

Ante las protestas, el ministerio de Sanidad, Roberto Speranza, criticó “que algunos gobernadores, en lugar de asumir su parte de responsabilidad, pretendan desconocer la gravedad de los datos sobre sus territorios”.

Por otra parte, el presidente de la región de Campania, Vincenzo De Luca, aunque considerada por el Gobierno zona amarilla y por tanto sin restricciones especiales, anunció nuevas medidas y ha prohibido el movimiento entre provincias y confirmó el cierre de todos los colegios.

EFE

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