La tregua integral en el Yemen auspiciada por Naciones Unidas, que ha sido renovada desde abril cada dos meses, expiró este domingo mientras continúan las negociaciones entre los rebeldes hutíes y el Gobierno internacionalmente reconocido del país para extender el cese de hostilidades.
El alto el fuego expiró a las 18.00 hora local (15.00 GMT) sin que hasta el momento ninguno de los representantes de las partes enfrentadas, ni siquiera la ONU, se haya pronunciado al respecto de la tan esperada renovación de la tregua, que daría respiro a la población del Yemen desde que el conflicto estalló en 2014.
En la capital, Saná, cientos de personas se han apresurado a ir a las gasolineras de la ciudad, ante las expectativas de una gran escasez de hidrocarburos derivada de la reanudación de los combates, según constató Efe.
Los residentes se han concentrado en cafeterías, frente a los televisores y radios, esperando alguna información sobre el futuro del país, que la guerra convirtió en la mayor catástrofe humanitaria del planeta, según la ONU.
Antes del fin de la tregua, el Consejo Político Supremo de los hutíes dijo en un comunicado que la propuesta de la ONU para renovar el alto el fuego “no establece un proceso de paz” y que los rebeldes no se dejarán “engañar por falsas promesas”.
Por su parte, el portavoz de los hutíes, Mohamed Abdulsalam, negó las informaciones publicadas en algunos medios árabes de que las partes habían alcanzado un acuerdo.
Según la plataforma Yemen Truce Monitor, desde el 2 de abril -cuando entró en vigor la primera tregua- hasta el 23 de septiembre ambas partes han violado el armisticio un total de 2.803 veces, entre bombardeos de artillería, ataques con misiles y drones o choques armados.
Desde entonces, al menos 462 personas han muertos, según la misma fuente.
El cese de la violencia, que ya se ha renovado dos veces desde abril, ha propiciado el periodo más largo de calma relativa en el Yemen desde que se inició la guerra en 2014.
Uno de los obstáculos para el progreso de las conversaciones es el fracaso de las conversaciones para reabrir las carreteras a Taiz, la tercera ciudad más grande del país, sitiada por los hutíes desde 2015.
Los hutíes se han mostrado reacios a abrir las carreteras principales hacia la ciudad y, en cambio, ofrecieron abrir tres carreteras secundarias, lo que fue rechazado por el Gobierno.
El conflicto en el país se inició en 2014 cuando los hutíes derrocaron al Gobierno y se endureció a partir de 2015 con la intervención de una coalición militar capitaneada por Arabia Saudí que combate a los insurgentes.
Expira la tregua en el Yemen entre las conversaciones para renovarla
EFE
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