Con el inicio de los plazos para presentar la declaración de renta a partir del 12 de agosto, los contribuyentes deben estar al tanto de las modificaciones introducidas por la reciente reforma tributaria. Esta reforma, diseñada para aumentar el recaudo y reducir los beneficios fiscales, impactará significativamente a las personas naturales y jurídicas en el país.
Uno de los cambios más relevantes radica en la reducción de las exenciones y deducciones aplicables, limitando así las oportunidades de optimización fiscal para los asalariados. Anteriormente, las rentas exentas y deducciones podían alcanzar hasta 237 millones de pesos (5.040 UVT); sin embargo, este límite se ha reducido drásticamente a 63 millones de pesos (1.340 UVT) anuales.
Esto significa que aportes a AFC, intereses de créditos hipotecarios, pagos a medicina prepagada y la renta exenta del 25% estarán sujetos a este nuevo tope, incrementando la carga tributaria para muchos declarantes.
Reforma Tributaria 2024: Conozca las Claves para Ajustar su Declaración de Renta
Adicionalmente, se han establecido cinco criterios fundamentales que determinan si un contribuyente debe declarar renta en 2024. Estos criterios incluyen tener un patrimonio bruto superior a 211 millones de pesos, ingresos brutos mayores a 65 millones de pesos, consumos o compras que excedan este monto, consumos en tarjeta de crédito superiores, o haber recibido consignaciones bancarias, depósitos o inversiones por encima del mismo umbral. Basta con cumplir uno de estos requisitos para que se active la obligación tributaria.
Aunque la reforma también introduce nuevas reglas que podrían parecer beneficiosas, como la posibilidad de descontar el 1% del valor de adquisiciones respaldadas por factura electrónica y la capacidad de descontar más de un dependiente económico, el impacto real en la reducción de la carga tributaria es limitado.
Entre otros cambios destacados, se ajustó el tope de deducciones, que ahora será de 56 millones de pesos, limitando aún más las opciones de ahorro tributario. Además, se incrementa la tasa sobre las ganancias ocasionales del 10% al 15%, lo que afectará las transacciones inmobiliarias y otras operaciones con beneficios extraordinarios.
Es esencial que los contribuyentes revisen con detalle estos cambios y consideren el asesoramiento de expertos en tributación para cumplir con sus obligaciones fiscales y minimizar el impacto económico.
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