La inversión extranjera directa en Brasil creció un 22,9 % en 2021, después de la brusca caída que tuvo en el ejercicio de 2020, y acabó con un total de 46.441 millones de dólares, informó este miércoles el Banco Central.
En 2020 la inversión extranjera directa en Brasil se había desplomado un 50,6 % respecto a los datos de 2019 como consecuencia del impacto en la economía brasileña de la pandemia del coronavirus, que persiste y ya ha causado en este país unos 624.000 muertos.
A pesar de ese crecimiento del 22,9 % registrado en 2021, la suma alcanzada está por debajo de la última previsión del Banco Central, que calculaba que cerraría el ejercicio con una inversión extranjera directa de 52.000 millones de dólares.
Para este año, el instituto central está apostando por una recuperación y calcula que cerrará 2022 con una inversión extranjera acumulada de unos 55.000 millones de dólares.
Aunque en noviembre pasado la inversión extranjera directa en Brasil sumó 4.588 millones de dólares, el cierre del ejercicio anual se vio impactado por el retroceso de diciembre, cuando tuvo un saldo negativo de 3.935 millones de dólares.
Esa variación reflejó las operaciones de préstamos entre compañías y participaciones de capital de empresas, entre otras, con una suma total de fondos que fue mayor de los que llegaron a Brasil en el último mes del año.
Una partida importante que influyó en el resultado anual de las inversiones directas extranjeras fue la de beneficios reinvertidos, que alcanzaron unos 14.200 millones de dólares en 2021, frente a los 5.500 millones del ejercicio anterior.
Además, los fondos destinados a participaciones de capital crecieron el año pasado un 14,6 % y llegaron a 32.200 millones de dólares.
El Banco Central de Brasil también informó de que cerró 2021 con un déficit en sus cuentas externas de 28.110 millones de dólares, con un crecimiento del 14,8 % respecto a lo anotado en 2020, que fue de 24.492 millones de dólares.
Ese nivel del déficit en la cuenta corriente representa un 1,75 % del producto interno bruto (PIB) calculado por el Banco Central para el cierre de 2021. La última previsión del instituto central pronosticaba que el déficit anual llegaría a unos 30.000 millones.
Solo en diciembre pasado, el déficit fue de 5.891 millones de dólares, un 30,3 % más que en el mismo mes de 2020.
A pesar del aumento anual del déficit en la balanza de las cuentas corrientes, la suma de 2021 está muy lejos del resultado negativo que se registró en 2014, de 101.670 millones de dólares y el mayor medido hasta ahora.
Antes de la pandemia de coronavirus, en 2019, Brasil había registrado un déficit en su cuenta corriente de 65.030 millones de dólares.
La balanza de la cuenta corriente comprende los resultados de la balanza comercial, el intercambio de servicios y los pagos o ingresos por remesas, intereses, beneficios o dividendos.
Sólo en esta última partida, Brasil terminó 2021 con un déficit de 29.847 millones de dólares, muy por encima de los 16,823 millones que había registrado en 2020.
Para 2022, el Banco Central calcula que cerrará el ejercicio con un déficit en su cuenta corriente de unos 21.000 millones de dólares.
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EFE
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