¿Alguna vez te ha pasado que al abrir el grifo el agua sale turbia, con mal olor o con partículas extrañas? Si es así, no te preocupes, no eres el único. El agua de llave sucia es un problema bastante común que puede tener varias causas y soluciones.
Lo primero que debes hacer es identificar el origen del problema. ¿El agua sale sucia solo en un grifo o en todos los de la casa? ¿Sale sucia todo el tiempo o solo en ciertos momentos del día? ¿El agua tiene un color, un olor o un sabor diferente al habitual?
Cómo limpiar el filtro del grifo y evitar que el agua salga sucia o con sedimentos
Estas preguntas te ayudarán a descartar algunas posibles causas, como, por ejemplo:
– Una avería en la red de suministro de agua. En este caso, el problema afectaría a todos los grifos de la casa y probablemente también a los vecinos. Lo mejor es contactar con la empresa suministradora para que lo solucione cuanto antes.
– Una obra o una reparación en la calle o en el edificio. En este caso, el problema podría ser temporal y debería solucionarse al terminar la obra o la reparación. Es posible que se hayan removido sedimentos o que se haya introducido aire en las tuberías, lo que hace que el agua salga turbia o con burbujas.
– Una falta de mantenimiento o limpieza de las tuberías o del grifo. En este caso, el problema podría afectar solo a un grifo o a varios, dependiendo del estado de las instalaciones. Lo más recomendable es limpiar periódicamente el filtro del grifo y las tuberías para evitar que se acumulen impurezas que puedan alterar la calidad del agua.
¿Cómo limpiar el filtro del grifo?
El filtro del grifo es una pieza que se encuentra en la salida del agua y que sirve para retener las partículas sólidas que puedan venir con el agua. Con el tiempo, estas partículas pueden acumularse y obstruir el paso del agua, haciendo que salga con menos presión, con un chorro irregular o con un color u olor extraño.
Para limpiar el filtro del grifo, solo necesitas unos minutos y unos materiales muy sencillos:
– Un trapo o una esponja
– Un destornillador o unas pinzas
– Un recipiente con vinagre blanco
– Un cepillo de dientes viejo
Los pasos a seguir son los siguientes:
– Cierra la llave de paso o, si no la encuentras, cierra el grifo principal de la casa.
– Desenrosca con cuidado la pieza donde sale el agua del grifo. Puedes ayudarte con un trapo o una esponja para evitar dañarla. Si está muy apretada, puedes usar un destornillador o unas pinzas para hacer palanca.
– Retira el filtro del grifo y ponlo en un recipiente con vinagre blanco. Déjalo actuar durante unos 15 minutos para que se disuelvan los restos de cal u otras impurezas.
– Frota el filtro con un cepillo de dientes viejo para eliminar los sedimentos más resistentes.
– Enjuaga el filtro con agua limpia y sécalo bien.
– Vuelve a colocar el filtro en su sitio y enrosca la pieza del grifo.
– Abre la llave de paso del agua o el grifo principal y deja correr el agua durante unos segundos para eliminar posibles restos.
Con este sencillo proceso, deberías notar una mejora en la calidad y la presión del agua. Si no es así, puede que el problema esté en las tuberías y necesites la ayuda de un profesional.
No te alarmes si el agua de tu grifo sale sucia: te explicamos cómo limpiar las tuberías y el grifo para que vuelva a salir clara
¿Cómo limpiar las tuberías?
Las tuberías son las encargadas de transportar el agua desde la red de suministro hasta los grifos de la casa. Con el tiempo, pueden acumularse en su interior restos de cal, óxido, arena, pelo u otras sustancias que pueden afectar al flujo y a la calidad del líoquido.
Para limpiar las tuberías, existen varios métodos caseros que puedes probar antes de recurrir a un fontanero. Algunos de los más efectivos son:
– El método del bicarbonato y el vinagre. Consiste en verter por el desagüe una taza de bicarbonato de sodio y luego una taza de vinagre blanco. Deja actuar la mezcla durante unos 30 minutos y luego echa agua hirviendo para arrastrar los residuos.
– El método de la sosa cáustica. Consiste en verter por el desagüe una taza de sosa cáustica y luego dos tazas de agua hirviendo. Deja actuar la mezcla durante unos 15 minutos y luego echa agua fría para neutralizar la reacción.
– El método del desatascador. Consiste en colocar el desatascador sobre el desagüe y hacer movimientos de presión y succión para despegar los restos que puedan estar obstruyendo el paso del líquido.
Estos métodos pueden ayudarte a limpiar las tuberías y a mejorar el aspecto y el olor del agua. Sin embargo, si el problema persiste o se agrava, lo mejor es contactar con un profesional que revise las instalaciones y te ofrezca una solución adecuada.
El agua de llave es un recurso vital que debemos cuidar y aprovechar. Si notas que sale sucia o con mal olor, no te alarmes, pero tampoco lo ignores. Sigue estos consejos prácticos y verás cómo puedes solucionarlo tú mismo o con la ayuda de un experto.
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