El sodio es un mineral esencial para el organismo, ya que participa en la regulación de la presión arterial, el equilibrio de los fluidos corporales y la transmisión de los impulsos nerviosos. Sin embargo, cuando se consume en exceso, puede tener efectos negativos para la salud, como hipertensión, retención de líquidos, edemas, insuficiencia renal, osteoporosis, cálculos renales y enfermedades cardiovasculares.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo recomendado de sodio para un adulto sano es de 2 gramos al día, lo que equivale a 5 gramos de sal.
Qué pasa si consumes demasiado sodio y cómo prevenir las enfermedades asociadas
Sin embargo, la mayoría de las personas superan ampliamente esta cantidad, ya que el sodio se encuentra presente en muchos alimentos procesados, como embutidos, quesos, panes, salsas, snacks, conservas, sopas instantáneas y platos precocinados.
Para reducir el consumo de sodio y prevenir sus efectos nocivos, se recomienda seguir una serie de consejos:
– Leer las etiquetas nutricionales de los productos y elegir aquellos que tengan menos sodio o sal.
– Cocinar con menos sal y utilizar especias, hierbas aromáticas, limón o vinagre para dar sabor a los alimentos.
– Evitar el uso del salero en la mesa y no añadir sal a los alimentos ya preparados.
– Consumir más alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas.
– Limitar el consumo de alimentos procesados, enlatados, ahumados o salados.
– Beber agua en lugar de bebidas azucaradas o alcohólicas, que pueden aumentar la sed y el apetito por los alimentos salados.
Siguiendo estas pautas, se puede lograr una alimentación más saludable y equilibrada, que beneficie tanto al organismo como al paladar.
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