Investigarán el ADN de la vacuna anti-tuberculosis del doctor Ferran, de 1919

Investigadores del Servicio de Microbiología del Hospital Germans Trias i Pujol, de Badalona (Barcelona), extraerán el ADN de la vacuna contra la tuberculosis que el doctor Jaume Ferran i Clua creó hace cien años, en 1919, en lo que será la primera secuenciación genética de una vacuna histórica.

El jefe del Servicio de Microbiología, el doctor Pere Joan Cardona, se ha propuesto este reto científico coincidiendo con la conmemoración este 2021 del Año Ferran, dedicado al médico catalán por parte del Colegio de Médicos de Barcelona.

El profesor y residente en formación especializada en Microbiología y Parasitología del Germans Trias i Pujol, Adrià Antuori, ha explicado, en una entrevista con Efe, que el grupo de investigación de Pere Joan Cardona, del que forma parte, espera poder completar la información genética de la vacuna AntiAlfa, denominada así por Ferran, durante 2021.

“Es la primera vez que se afronta un reto similar. Nunca antes se había secuenciado una vacuna histórica”, ha recalcado Antuori.

Jaume Ferran i Clua (Corbera d’Ebre, 1851-Barcelona, 1929) fue un ilustre médico y bacteriólogo catalán, descubridor de la vacuna contra el cólera, la antirábica y la AntiAlfa contra la tuberculosis, entre otras investigaciones relevantes.

Sobre la de la tuberculosis, en concreto, construyó una morfología completa del bacilo tuberculoso, en un ciclo evolutivo que contaría con hasta cinco formas diferentes, denominadas con las primeras letras griegas. La primera de ellas, la Alfa, da el nombre AntiAlfa a la vacuna de Ferran.

Probó la vacuna AntiAlfa a gran escala en Alzira (Valencia), con unas 14.000 personas inoculadas, también en Alberic (Valencia), con unos 3.500, y en Palma de Mallorca, con unos 1.500 vacunados, además de en otras localidades de España, Argentina y Uruguay.

Fue el impulsor y creador del Laboratorio Microbiológico Municipal de Barcelona (1886) y en 1900 creó el Instituto de Patología Experimental y de Higiene, conocido como Instituto Ferran, situado en el actual barrio barcelonés de la Sagrera.

Si el autor de esta vacuna que se estudiará ahora en el Servicio de Microbiología del Germans Trias i Pujol es singular, no lo es menos la historia de cómo han llegado a manos del doctor Cardona los viales del año 1921.

Cardona ha relatado a sus colaboradores que tiene relación con anticuarios porque habitualmente compra libros antiguos y que los viales le llegaron a través de este medio, en una caja muy bien precintada.

Por ello, propuso el análisis de los cinco viales de cristal, datados el año 1921, para ver qué usó el doctor Ferran i Clua para construir la vacuna, ya que muchos científicos aún no creen hoy en día que utilizara el bacilo de la tuberculosis.

“Con el estudio del ADN de la vacuna, lo sabremos”, ha apuntado Antuori, que ha añadido que aún no tienen claro qué repercusión puede tener esta investigación en la ciencia actual.

La vacuna de Ferran i Clua es anterior a la antituberculosa más extendida, la denominada BCG, descubierta en 1921 por los investigadores Albert Calmette y Camile Guérin (bacilo de Calmette-Guérin), cuyo uso masivo comenzó en 1947 por parte de la Cruz Roja danesa.

La tuberculosis es una enfermedad que afecta a los pulmones y está causada por la bacteria Mycobacterium y, aunque se puede tratar, cerca de una cuarta parte de la población mundial tiene tuberculosis latente, según la OMS, lo que significa que estas personas están infectadas por el bacilo pero no han enfermado todavía ni pueden transmitir la enfermedad.

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EFE

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