Las croquetas han sido siempre un plato favorito en muchas culturas, apreciadas por su versatilidad y sabor. Hoy, queremos presentar una variante que no solo es deliciosa sino también nutritiva: las croquetas de espinaca con queso mozzarella.
Esta receta combina la textura cremosa del queso mozzarella con el sabor fresco de la espinaca, creando un bocado irresistible que puede servir como aperitivo, acompañamiento o incluso como plato principal para los amantes de las verduras.
La espinaca, conocida por su alto contenido de vitaminas y minerales, se une al queso mozzarella, rico en calcio y proteínas, para formar una opción de comida que satisface tanto el paladar como las necesidades nutricionales. Además, esta receta ofrece una excelente manera de incorporar más verduras en la dieta de una forma atractiva y sabrosa.
Descubre la Receta de Croquetas de Espinaca y queso Mozzarella que Conquista Paladares
Para preparar estas croquetas, se necesitan ingredientes simples y un proceso de cocción que no requiere habilidades culinarias avanzadas. Comenzamos con espinacas frescas, que se cocinan ligeramente para conservar su color vibrante y nutrientes. Luego, se mezclan con una bechamel espesa y queso mozzarella cortado en cubos, lo que garantiza que cada croqueta tenga un corazón derretido y tentador.
El proceso de empanado es crucial para lograr una textura crujiente por fuera, manteniendo el interior suave y jugoso. Se recomienda usar pan rallado de buena calidad y huevo para asegurar que el empanado se adhiera correctamente y cree esa capa dorada perfecta al freír.
Una de las ventajas de esta receta es su flexibilidad. Se pueden preparar con antelación y congelar, lo que las convierte en una solución práctica para aquellos momentos en los que se necesita preparar algo rápido y delicioso. Además, se pueden adaptar fácilmente para aquellos que prefieren una opción más ligera, optando por una versión al horno en lugar de fritas.
Ingredientes:
200 g de espinacas frescas o congeladas, escurridas y picadas
1 cucharada de mantequilla
2 dientes de ajo, picados
2 cucharadas de harina
1 taza de leche
1 taza de queso mozzarella rallado
Sal y pimienta al gusto
Pan rallado (para empanizar)
2 huevos batidos (para empanizar)
Aceite vegetal (para freír)
Instrucciones:
Preparar las espinacas:
Si usas espinacas frescas, lava y escurre bien las hojas. Pica las espinacas en trozos pequeños.
Si usas espinacas congeladas, descongélalas y asegúrate de escurrirlas muy bien para eliminar el exceso de agua.
Saltear las espinacas:
En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega el ajo picado y cocínalo por unos segundos hasta que esté fragante.
Añade las espinacas picadas a la sartén y saltea durante unos 2-3 minutos hasta que estén tiernas. Retira del fuego y reserva.
Preparar la mezcla de croquetas:
En la misma sartén, añade la harina y mezcla bien con las espinacas hasta que esté todo integrado.
Vierte lentamente la leche mientras revuelves constantemente para evitar grumos. Cocina la mezcla a fuego medio-bajo hasta que espese y se forme una especie de salsa blanca.
Agrega el queso mozzarella rallado a la mezcla y revuelve hasta que se derrita completamente. Condimenta con sal y pimienta al gusto.
Refrigerar la mezcla:
Transfiere la mezcla a un recipiente y déjala enfriar en el refrigerador durante al menos 1 hora o hasta que esté lo suficientemente firme como para formar las croquetas.
Formar y empanizar las croquetas:
Una vez que la mezcla esté fría y firme, forma pequeñas bolitas con las manos.
Pasa cada croqueta por huevo batido y luego por pan rallado, asegurándote de cubrirlas completamente.
Freír las croquetas:
Calienta suficiente aceite vegetal en una sartén a fuego medio-alto.
Fríe las croquetas en lotes, asegurándote de no sobrecargar la sartén, hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
Transfiere las croquetas fritas a un plato forrado con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Servir:
Sirve las croquetas de espinaca y queso mozzarella calientes, acompañadas de una salsa de tu elección o simplemente disfrútalas solas.
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