El estadounidense Frank Rubio, el astronauta de la NASA que más tiempo ha permanecido en el espacio, se consideró este miércoles “afortunado” por su estadía récord en la Estación Espacial Internacional (EEI), donde ha realizado varias investigaciones científicas y celebrado algunas de las “mejores vistas” de su vida.
En una charla que mantuvo desde el laboratorio orbital con el administrador de la NASA, Bill Nelson, y la administradora adjunta, Pamela Melroy, ambos desde las oficinas centrales en Washington de la agencia espacial, Rubio, de origen salvadoreño, confesó que la extensión de su tiempo en la EEI por otros seis meses fue algo inesperado, aunque se consideró “afortunado por ello”.
Rubio, que el pasado lunes superó la marca de 355 días consecutivos, tres horas y 45 minutos de permanencia en el espacio, récord que anteriormente estaba en manos de Mark Vande Hei, relató que ha tenido oportunidad de ser parte de investigaciones innovadoras en la EEI, como el cultivo de los primeros tomates crecidos en el espacio o la primera impresión en 3D de tejido humano.
“Me considero bastante bendecido por cada experimento que hemos hecho aquí”, reconoció el astronauta y miembro de la Expedición 69, de 47 años, quien retornará a casa a fines de este mes a bordo de una nave Soyuz.
A una pregunta de Nelson, el astronauta señaló que el apoyo de su familia ha sido fundamental para mantener una buena actitud mental durante su larga estancia en el espacio, tiempo en el que, reconoció, se ha perdido momentos importantes en la vida de sus hijos.
“La comunicación ha sido clave”, en especial cuando las videoconferencias empezaron a ser habituales, destacó el astronauta y luego de que Nelson resaltara que esa fluidez en lo que concierne a las conversaciones con familiares no era lo común durante las era de los transbordadores espaciales.
La fuga que dio pie al récord
Rubio hizo su primer viaje espacial el 21 de septiembre de 2022, cuando voló a la EEI a bordo de la nave rusa Soyuz MS-22, junto con los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin, para una misión de seis meses a bordo de la estación.
No obstante, en diciembre pasado los controladores de la misión rusos determinaron que el sistema exterior de enfriamiento de la nave perdía presión y luego confirmaron una fuga de amoníaco.
Los técnicos decidieron que la Soyuz MS-22, que se mantenía acoplada a la EEI, ya no era segura para el retorno a la Tierra, una circunstancia que derivó en la extensión por otros 180 días la estancia de los tres tripulantes en el laboratorio orbital.
La vuelta de Rubio está programada para el 27 de septiembre y en esa fecha, cuando cumpla 371 días en órbita, se convertirá en el primer estadounidense, y uno de siete personas, que ha pasado un año o más en el espacio.
El cosmonauta Valeri Polyakov, con 437 días a bordo de la estación Mir entre los años 1994 y 1995, ostenta el registro más prolongado que un ser humano ha permanecido en el espacio.
Rubio, nacido en Los Ángeles y seleccionado por la NASA como astronauta en 2017, reconoció ante Nelson y Melroy el orgullo que siente de representar a la NASA y a la comunidad latina, una realidad que refleja las ventajas de que EE.UU. sea cada vez más diverso.
“Eso permitirá afrontar problemas más complejos en el futuro en lo que concierne a la exploración espacial”, manifestó el astronauta, quien como ocurrió en la ida, su vuelta coincidirá con el Mes de la Herencia Hispana en Estados Unidos, que se celebra entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre.
Rubio mostró su confianza sobre lo que aportarán las nuevas generaciones estadounidenses, cada vez más diversas: “La nación va a estar en buenas manos”, aseveró.
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EFE