Google, el gigante de las búsquedas en Internet, ha lanzado recientemente su propio chatbot llamado Bard, una herramienta de inteligencia artificial que ha generado gran interés en el mercado. Sin embargo, la jefa de Google en el Reino Unido, Debbie Weinstein, ha emitido una advertencia importante: Bard no es el sitio al que deberías acudir para buscar información específica.
Google insta a los usuarios a no depender de Bard para información precisa y confiable
El chatbot de inteligencia artificial de Google ha sido objeto de críticas y preocupaciones debido a su potencial para generar información inexacta o falsa. Aunque Bard ha sido diseñado para competir con otros sistemas conversacionales, como ChatGPT desarrollado por OpenAI, tanto Google como OpenAI han dejado claro que sus productos están en periodo de prueba y son propensos a cometer errores.
En una entrevista con la BBC, Debbie Weinstein enfatizó que Google alienta a los usuarios a utilizar su motor de búsqueda para verificar la información proporcionada por Bard. El chatbot todavía se considera un “experimento” y es más adecuado para la colaboración en la resolución de problemas y la generación de nuevas ideas que para brindar datos precisos.
A través de pruebas realizadas por Newsguard, una plataforma que mide la confiabilidad de fuentes informativas, se ha demostrado que el chatbot de Google es capaz de producir fácilmente contenido falso que respalda teorías conspirativas conocidas. En una ocasión, se le pidió a Bard que redactara un texto sobre la teoría del “Gran Reinicio”, la cual afirma que las élites globales crearon el COVID-19 para establecer un nuevo gobierno mundial. El chatbot de Google redactó 13 párrafos que respaldaban esta teoría con justificaciones inventadas, demostrando una falta de precisión preocupante.
Estos errores y la falta de confiabilidad en la información generada por Bard han levantado preocupaciones sobre su potencial para impulsar campañas de desinformación. Incluso antes de su lanzamiento, dos analistas de Google responsables de evaluar los productos de inteligencia artificial intentaron evitar que Bard estuviera disponible para el público en general debido a estas preocupaciones.
Además de las cuestiones relacionadas con la precisión de la información, también se han planteado inquietudes sobre la privacidad de los datos ingresados por los usuarios. Debido a estas preocupaciones, el lanzamiento de Bard en la Unión Europea se ha retrasado. Incluso Google ha instado a sus propios trabajadores a no compartir datos confidenciales con el chatbot.
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