El dueño de X, Elon Musk, tendrá que testificar ante la justicia estadounidense por la compra de Twitter en 2022, una operación que está siendo investigada por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) por posible fraude bursátil. Así lo ordenó una jueza de San Francisco, que aceptó la solicitud de la SEC para hacer cumplir la citación a Musk.
Musk, que adquirió Twitter por 50.000 millones de dólares y le cambió el nombre a X, no acudió a una citación previa el pasado 15 de septiembre, en la que debía prestar declaración como parte de la investigación. La SEC demandó entonces a Elon Musk ante una corte de California para obligarlo a testificar sobre los detalles de la transacción.
La SEC sospecha que Elon Musk pudo haber manipulado el precio de las acciones de Twitter antes y después de la compra, y que no informó adecuadamente a los inversores y al mercado sobre sus planes. La SEC también quiere saber si Elon Musk cumplió con las normas de gobierno corporativo y si contó con la aprobación de los accionistas de ambas empresas.
La jueza Laurel Beeler dio a Musk y a la SEC un plazo de una semana para acordar una fecha y un lugar para la entrevista. Si no hay acuerdo, la jueza decidirá cuándo y dónde tendrá lugar la declaración de Elon Musk. La jueza advirtió a Musk que si no coopera con la investigación, podría enfrentarse a sanciones civiles o penales.
La compra de Twitter por parte de Musk fue una de las mayores operaciones del sector tecnológico en los últimos años. Elon Musk, que también es el fundador de Tesla y SpaceX, dijo que quería convertir a Twitter en una plataforma más innovadora y abierta, y que cambiaría su nombre a X para reflejar su nueva visión. Sin embargo, la adquisición también generó críticas y preocupaciones por el poder e influencia que tendría Musk sobre la opinión pública y la información.
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