Un filme retrata la dimensión íntima de la violencia de Boko Haram en Nigeria

La dimensión más íntima y humana de la violencia del grupo yihadista Boko Haram en el noreste de Nigeria se ve plasmada en el nuevo filme del director Desmond Ovbiagele, “The Milkmaid” (“La lechera”), que busca “ir más allá de las cifras y profundizar en las emociones de los implicados”, según dice a Efe.

El largometraje fue el candidato de Nigeria a Mejor Filme Internacional de la 93 edición de los Óscar y, aunque no llegó a ser seleccionada por la Academia de Hollywood como finalista, ha llamado la atención del público nigeriano e internacional.

“Como cinematógrafos, sentíamos la responsabilidad de retratar a personas que no tienen altavoz en su contexto más auténtico, tanto respecto a la lengua, como a su apariencia o su carácter”, subraya Obviagele, de 48 años, en una entrevista telefónica con Efe.

“The Milkmaid” (2020) es el segundo largometraje de Ovbiagele, un antiguo banquero que cambió las finanzas por el cine de Nollywood, como se conoce popularmente a industria cinematográfica nigeriana, una de las más potentes del mundo.

El cineasta debutó con el thriller “Render to Caesar” (2014), seleccionado para participar en el Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú, el más grande de África, y recibió galardones como el de mejor filme internacional en el Festival Internacional de Cine de la Diáspora del Nilo en Uganda.

“The Milkmaid” narra cómo Aisha (Maryam Booth) y Zainab (Anthonieta Kalunta), dos hermanas de etnia fulani que crecen en el norte de Nigeria, ven sus vidas marcadas para siempre cuando insurgentes yihadistas atacan su pueblo en plena celebración de la boda de Zainab, desatando una cadena de violencia y dolor que tendrá consecuencias fatales.

La película traslada al público a los hermosos paisajes del estado norteño de Taraba y yuxtapone en un contraste casi doloroso los colores brillantes que visten los invitados al enlace y los bellos patrones que lucen en su piel las mujeres con la violencia de los terroristas, que destruyen en pocos minutos el pueblo, matando a los hombres y secuestrando a las dos jóvenes.

A partir de aquí, Ovbiagele despliega un elenco de protagonistas complejos y llenos de matices, incluyendo a las dos hermanas, que reaccionan de manera muy diferente a la captura; y Dangana (Gambo Usman Kona), un combatiente extremista que acabará contrayendo matrimonio con ambas y, más tarde, tratará de abandonar el grupo terrorista.

“Algunos de los insurgentes en la película no tienen zonas grises, son básicamente malvados, pero en otros hay más matices y hemos tratado de retratarlos con la mayor complejidad y fidelidad posible”, apunta el realizador.

Para lograr esta rigurosidad, Ovbiagele investigó en profundidad el conflicto que asola a esta nación africana y logró entrevistar a dos mujeres supervivientes de secuestros de Boko Haram, cuya “resiliencia” lo impactó, asegura.

Aunque “The Milkmaid” también muestra la violencia de los insurgentes, se trata de un relato más íntimo que bélico y se centra, sobre todo, en los claroscuros de la relación entre Aisha y Zainab.

Mientras Aisha se resiste a sus captores y logra huir del secuestro, su hermana pequeña Zainab cae en la trampa del adoctrinamiento y se convierte en perpetradora además de víctima, animando incluso a otras mujeres a inmolarse en atentados.

UN IDIOMA AUTÉNTICO

Por encima de todo, “The Milkmaid” es una historia sobre nigerianos contada por nigerianos, tal y como demuestra la elección del hausa -lengua mayoritaria de la zona- y no del inglés como idioma principal del filme, salpicado con algunas palabras de fulfulde y árabe.

En 2019, la candidata nigeriana a los Óscars, “Lionheart” -la primera película que el país presentaba a estos premios- fue rechazada, precisamente, por incluir demasiado diálogo en inglés.

“El idioma era clave para nosotros. No tenía sentido que los personajes hablaran en inglés en el noreste de Nigeria, simplemente eso no pasa”, señala el director, que, sin embargo, no habla hausa, lo que complicó la grabación del filme.

Otro de los contratiempos que dificultó el rodaje se dio cuando parte del equipo viajaba desde el sur del país hasta Taraba y, en un control, fueron tomados por insurgentes reales y atacados por la población, después de que la policía encontrara en su equipaje los disfraces y elementos de caracterización que transportaban.

Afortunadamente, tras unos días detenidos, el equipo logró seguir con el rodaje de la película, que también ha sufrido la censura de hasta 30 minutos de imágenes por parte de las autoridades nigerianas alegando que relaciona el terrorismo con el islam, algo que el director niega.

“Estábamos buscando la máxima autenticidad y no podíamos mostrar la ideología de los insurgentes como si viniera de la nada porque no es la verdad, surge de un lugar pero han decidido manipular su interpretación”, subraya Ovbiagele.

“The Milkmaid” -que conquistó cinco categorías en los Premios de la Academia del Cine Africano- logra profundizar en una realidad que, a menudo, llega al público solo a través de las cifras de muertos y pretende “retratar a las personas envueltas en esa situación, tanto víctimas como perpetradores”, concluye el director.

Desde 2009, Boko Haram ha asesinado a unas 27.000 personas y ha causado más de 2,7 millones de desplazados internos, principalmente en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger.

EFE

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