Microorganismos de gran tamaño pueden “viajar” cientos de kilómetros

Los microorganismos de gran tamaño son capaces de “viajar” cientos de kilómetros a través de la atmósfera, según ha demostrado un equipo de científicos españoles, que ha destacado la importancia del hallazgo para evitar y controlar plagas que dañan cultivos o la transmisión de enfermedades infecciosas.

Lo han comprobado un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que han demostrado la capacidad de dispersión aérea que tienen los microorganismos de gran tamaño y la influencia de las condiciones atmosféricas locales sobre la abundancia de esos organismos.

Los resultados, que se han publicado en la revista Science of the Total Environment, amplían y modifican algunos aspectos muy relevantes de lo que se conocía hasta ahora en el campo de la aerobiología.

Aunque la atmósfera juega un papel crucial en la dispersión de los microorganismos, así como en la conectividad de la mayor parte de los ecosistemas presentes en el Tierra, sigue siendo el espacio menos conocido del planeta, ha observado hoy la Universidad Autónoma en una nota, y ha destacado que debido a su importancia en varios campos, en las últimas décadas el interés por la diversidad y dispersión microbiana en la atmósfera ha aumentado.

La atmósfera, ha señalado la Autónoma, es un hábitat que alberga una gran cantidad y diversidad de microorganismos, pero la concentración de éstos puede variar por diversos factores, como los fenómenos meteorológicos puntuales (los tornados o el polvo del Sahara, por ejemplo), la influencia local de los ecosistemas o el momento del día o del año.

Para identificar el origen de los microorganismos, los científicos han estudiado modelos para conocer las trayectorias que han podido recorrer las masas de aire que los portan.

Según los modelos actuales, no todos los microorganismos son susceptibles de ser suspendidos o transportados a través de la atmósfera a largas distancias de su origen, debido a limitaciones físicas como el tamaño o la densidad; un pequeño tamaño favorece una mayor residencia del microorganismo en el aire y, por tanto, una dispersión a una mayor distancia.

En su trabajo, el equipo demostró que la abundancia de los microorganismos en el aire se ve afectada por el conjunto de las condiciones meteorológicas locales.

Durante el tiempo de muestreo ocurrieron dos situaciones distintas: un primer periodo con alta actividad ciclónica definido por diversas precipitaciones, baja presión y alta velocidad del viento, donde los investigadores encontraron mayor abundancia de microorganismos; y un segundo periodo en el que el anticiclón fue dominante y las condiciones meteorológicas más estables y suaves, donde observaron menor abundancia de microorganismos.

Los investigadores incorporaron nuevos elementos relacionados con el comportamiento de las partículas biológicas a los modelos matemáticos que se venían empleando hasta ahora para estudiar la dispersión, y demostraron que los microorganismos de gran tamaño también se pueden desplazar grandes distancias por el aire.

Este hallazgo es de gran importancia para diversos campos, según los investigadores, y han apuntado como ejemplo su interés para el estudio y predicción del nivel de riesgo frente a especies invasoras de ecosistemas vulnerables debido al cambio climático, o para el estudio de la colonización de las áreas que han estado cubiertas de nieve durante miles de años y que por el deshielo reciente quedan descubiertas.

EFE

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