Los ataques de ransomware se han vuelto cada vez más peligrosos y astutos. Los ciberdelincuentes han perfeccionado sus técnicas para lograr que sus víctimas acaben pagando la extorsión y han comenzado a mostrar su lado más cruel y despiadado. Uno de los últimos métodos utilizados por estos grupos es el de la doble o triple extorsión, donde no solo se cifran los archivos, sino que también se amenaza con filtrar información confidencial en la deep web para avergonzar a la víctima.
Sin embargo, la táctica más preocupante utilizada por estos grupos de ciberdelincuentes es la publicación de información privada y personal de las víctimas en caso de que no paguen la extorsión. En casos recientes en EE.UU., se han publicado fotos de pacientes con cáncer y expedientes estudiantiles confidenciales después de que los afectados se negaran a pagar el rescate.
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A pesar de que este tipo de acciones no son nuevas, el incremento de estos casos y su crueldad han generado alarma en expertos en ciberseguridad a nivel mundial. Brett Callow, analista de amenazas de la empresa de antivirus Emsisoft, destaca que estos grupos de atacantes siempre han tenido que equilibrar la presión para pagar con no hacer cosas tan atroces que las víctimas no quieren tratar con ellos.
La preocupación en el sector empresarial e institucional es cada vez mayor. Es esencial que se tomen medidas de ciberseguridad para protegerse de estos ataques de ransomware, y se invierta en la formación y concienciación de los empleados. Si bien nunca es suficiente, las entidades deben estar preparadas para prevenir estos ataques y evitar la filtración de información privada y personal. La inversión en ciberseguridad es la mejor manera de protegerse y minimizar el impacto de estos ataques.
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