El Gobierno alemán aprueba un fuerte recorte de las emisiones contaminantes

El consejo de ministros alemán aprobó este el proyecto que endurece los objetivos de reducción de emisiones contaminantes para alcanzar la neutralidad climática para 2045.

La reforma de la Ley para la Protección del Clima, que inicia ahora su tramitación parlamentaria, es respuesta a la sentencia del Tribunal Constitucional de hace dos semanas, que obligó al legislador, por justicia intergeneracional, a cambiar esta normativa, que consideraba insuficiente para cumplir con el Acuerdo de París.

Según esta ley, Alemania deberá recortar sus emisiones para 2030 en un 65 % con respecto a 1990 (frente al 55 % previo), en un 88 % para 2040 y alcanzar la neutralidad climática (capturar la misma cantidad de emisiones contaminantes que las que se emitan) para 2045, cinco años antes del compromiso comunitario.

“Algunos hablan de endurecimiento de los objetivos. Pero el endurecimiento sería no hacer nada. No se trata de un endurecimiento, sino de un alivio de la crisis climática”, aseguró en rueda de prensa la ministra de Medioambiente, la socialdemócrata Svenja Schulze.

El aumento de los recortes parciales en el camino hacia la neutralidad climática son “una oferta justa para la próxima generación”, valoró.

Consideró además que la sentencia del Constitucional fue una “buena sorpresa” y agregó que es preciso “aprovechar las ventanas de oportunidad” que a veces surgen en política para hacer avanzar cuestiones como la lucha contra el calentamiento global.

En una comparecencia separada, el ministro de Economía, el cristianodemócrata Peter Altmaier, habló de “hito” por la aprobación del “turbo para el clima” y se mostró confiado de que el Bundestag (cámara baja) le dé luz verde antes del final de la legislatura este septiembre.

Los objetivos son “responsables” y “ambiciosos”, pero factibles, argumentó Altmaier.

“UNA TAREA GIGANTE”

Schulze, que ya había había abogado por una ley más ambiciosa cuando se aprobó la de la Protección del Clima en 2019 -que fue un compromiso con los Ministerios de Economía y Transporte-, afirmó que es una reforma “ambiciosa” para una tarea que “no es fácil”, pero reiteró que “hoy es un buen día para la protección del clima”.

“La tarea es gigante, pero soy optimista por buenas razones. Porque Alemania tiene un buen punto de partida”, argumentó en referencia al avance de las renovables, el coche eléctrico y el hidrógeno verde.

La ministra, que sugirió que las últimas centrales térmicas podrían cerrar antes del límite legal de 2038, indicó que para 2040 sería preciso que el 100 % del mix eléctrico proviniese de fuentes renovables.

Altmaier, que reiteró su apuesta por una “alianza transatlántica” contra el calentamiento global que lleve a Estados Unidos a perseguir también la neutralidad climática, consideró por su parte que el paso dado por Berlín es “una importante señal para los socios europeos”.

El Constitucional instó al legislador a reformar la ley para finales de 2022. Consideró que el objetivo del 55 % para 2030 era insuficiente y criticó que no hubiese una hoja de ruta para el período 2031-2050.

Su decisión, respuesta a una denuncia de colectivos ecologistas, salió en defensa de las generaciones venideras argumentando que es inconstitucional aplicar medidas medioambientales “suaves” a la actual población a costa de tener que imponer restricciones más severas a la futura.

“Prácticamente todas las libertades de esas generaciones, en casi todos los ámbitos de la vida humana, podrían quedar potencialmente afectadas” por los futuros recortes, explicó el Constitucional.

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EFE

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