La criptominería es una industria en pleno auge, y cada vez se utilizan más recursos para su desarrollo, incluyendo los restos de la minería tradicional de combustibles fósiles. En el condado de Elk, en Pensilvania, la empresa Diversified Production decidió utilizar los depósitos inactivos de gas natural de cuatro pozos para alimentar la criptominería de bitcoins. El problema es que la maquinaria utilizada para el minado de criptomonedas, que funciona día y noche, está causando contaminación acústica en un amplio radio alrededor de la plataforma.
La empresa instaló y puso a funcionar la maquinaria en secreto y sin permiso, lo que ha llevado a las autoridades a investigar el caso. La normativa del estado exige a las empresas obtener un permiso específico antes de instalar maquinaria para minar criptomonedas, y en el momento en que se descubrió el caso, el permiso ya había sido solicitado. El Departamento de Protección Ambiental de Pensilvania ha dejado claro que las acciones de la compañía podrían conllevar sanciones por parte de las autoridades.
Diversified Production es una filial de Diversified Energy Company, un operador de combustibles fósiles que ha estado adquiriendo pozos antiguos de baja producción de petróleo y gas en los últimos años. Decenas de miles de ellos, adquiridos sin aparente justificación comercial, han sido utilizados ahora para la criptominería.
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Existen debates en torno al efecto medioambiental de esta iniciativa. Mientras las plataformas ecologistas afirman que esta naciente industria hará retroceder a Pensilvania en el cumplimiento de sus objetivos climáticos, un pequeño lobby llamado Satoshi Action Fund cree que las criptodivisas podrían, en realidad, convertirse en una “máquina de limpieza ambiental” para los estados llenos de pozos abandonados, al consumir los depósitos de metano, un potente gas de efecto invernadero, que hasta ahora llevaban años fugándose a la atmósfera.
Sin embargo, los habitantes de la zona, en su mayoría granjeros, denuncian los efectos negativos que el ruido de la maquinaria puede tener sobre ellos y sus animales. El ruido intenso ha afectado gravemente a la vida de las gallinas de una granja cercana, que se han amontonado, han puesto nerviosas y se han asfixiado. Ya se han perdido 110 aves como resultado de la contaminación acústica.
Este caso en Pensilvania nos muestra los impactos que la criptominería puede tener en la salud y el medio ambiente. Es importante que se tomen medidas para minimizar estos impactos y se promuevan prácticas sostenibles en la industria de la criptominería.
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