El patrón ENOS y el cambio hacia El Niño: ¿Será 2023 el año del calentamiento global récord?

Los océanos son el mayor regulador del clima de nuestro planeta, pero también son los más afectados por el cambio climático. El fenómeno de El Niño y La Niña, así como el aumento de la temperatura de las aguas marinas es uno de los indicadores más claros y preocupantes de este fenómeno.

Según un reciente estudio publicado en la revista Nature Climate Change, el calentamiento se ha acelerado en las últimas décadas, especialmente en las capas superficiales del mar.

Este incremento térmico se debe principalmente a la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que atrapan el calor procedente del sol y lo transfieren al océano.

De hecho, se estima que el 90% del exceso de calor generado por las actividades humanas desde la Revolución Industrial se ha almacenado en los océanos.

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Pero el calentamiento de los océanos no solo es una consecuencia del cambio climático, sino también una causa. Al elevar la temperatura del agua, se altera el ciclo hidrológico y se modifican las corrientes marinas, que son fundamentales para distribuir el calor y los nutrientes por todo el planeta. Así, se generan retroalimentaciones que pueden agravar el problema.

Un ejemplo de ello es el fenómeno de El Niño, que consiste en un calentamiento anormal del océano Pacífico ecuatorial, que afecta al clima global provocando sequías, inundaciones, incendios y huracanes.

Los científicos advierten de que este fenómeno podría ser más frecuente e intenso debido al calentamiento de los océanos, lo que supondría un riesgo adicional para la estabilidad climática.

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Otro factor que influye en el clima global es el patrón ENOS (El Niño-Oscilación del Sur), que alterna entre fases cálidas (El Niño) y frías (La Niña).

Durante los últimos tres años, este patrón ha estado dominado por La Niña, que ha contribuido a enfriar ligeramente las temperaturas globales.

Sin embargo, los expertos pronostican que en 2023 se producirá un cambio hacia El Niño, que podría disparar el calentamiento global hasta niveles récord.

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Ante este escenario, los científicos urgen a tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del calentamiento de los océanos.

Entre las acciones propuestas se encuentran la protección y restauración de los ecosistemas marinos, la adaptación de las actividades pesqueras y turísticas, la mejora de la gestión de los recursos hídricos y la promoción de la educación ambiental.

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