Los pinzones de las islas Galápagos (Ecuador) usan sus picos para triturar semillas y para cantar, pero ¿qué pasa con sus trinos cuando los picos cambian para responder a los cambios en la alimentación derivados, por ejemplo, de una sequía?.
Un estudio publicado este jueves en la revista Science, liderado por biólogos de la Universidad de Massachusetts Amherst y realizado con pinzones de Darwin, ha demostrado que existe una conexión clave entre ecología y especiación (cuando en un lugar determinado surgen especies nuevas en respuesta a cambios ecológicos).
Trabajos anteriores sobre estas aves habían establecido que los picos de las aves se adaptan a entornos ecológicos cambiantes, y que los cambios en los picos afectan a la forma de cantar de estas aves pero hasta ahora nadie había podido demostrar experimentalmente que tales cambios impulsan la aparición de nuevas especies.
El estudio demuestra que los cambios en el canto causados por el pico pueden influir en el reconocimiento de las especies y, por tanto, en su separación.
“Empecé a trabajar con estas aves hace 25 años. En mi primera publicación sobre los pinzones, en 2001, mostré que los cambios en los picos de los pinzones de Darwin conducen a cambios en las canciones que cantan, y especulé que, dado que los pinzones de Darwin utilizan las canciones para atraer a sus parejas, los cambios en las canciones relacionados con la evolución del pico podrían catalizar la especiación ecológica”, recuerda Jeffrey Podos, catedrático de Biología de UMass Amherst y autor principal del artículo.
Pero en aquel momento Podos no disponía de pruebas experimentales fehacientes que demostraran su hipótesis de que los cambios en la forma de los picos provocados por el medio ambiente impulsaban la aparición de nuevas especies de pinzones, básicamente porque la especiación es un proceso histórico (evolutivo), por lo que resulta difícil de documentar.
Para solucionarlo, Podos ideó un estudio experimental basado en simulaciones, y contaba con algunas pistas útiles con las que trabajar.
Podos eligió la sequía como factor ecológico, que tiende a seleccionar pinzones de pico más grueso y sabía que podía predecir y simular los cantos de los pinzones a medida que cambiaran en futuros episodios sucesivos de sequía.
“Esencialmente, diseñamos los cantos de los futuros pinzones”, dice Podos.
En general, cuanto más grueso es el pico, más lentos son los cantos y más estrecho es el ancho de banda de las frecuencias. Se prevé que cada sequía posterior hará que los picos sean cada vez más gruesos, lo que ralentizará aún más el ritmo y reducirá el ancho de banda de los cantos.
Podos y su equipo volvieron a la población específica de pinzones terrestres medianos de Darwin y les reprodujeron las llamadas de los pinzones futuros.
“Descubrimos que no había cambios en las respuestas de los pinzones a nuestras llamadas modificadas, incluso cuando los cantos simulados habían cambiado en el equivalente a tres episodios de sequía”, sostiene Katie M. Schroeder, coautora del artículo, e investigadora en UMass Amherst.
“Pero a los seis episodios de sequía, la situación había cambiado tanto que los pinzones apenas respondieron”, concluye.
Estos hallazgos sugieren que, debido a los vínculos entre el pico y el canto, una especie completamente nueva de pinzones terrestres medianos de Darwin podría evolucionar en respuesta a seis grandes sequías de Galápagos.
“Nuestra investigación no es una revolución conceptual”, reconoce Podos, “pero es una confirmación empírica y experimental de la especiación ecológica y su plausibilidad”.
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EFE