El pasado fin de semana se vivió un hecho insólito en la liga de baloncesto profesional WPlay de Colombia. Octavio Carrillo, un jugador de 67 años, debutó con el equipo Cóndores de Cundinamarca en el partido que perdieron por 106 a 80 ante Titanes de Barranquilla.
Carrillo ingresó al juego cuando faltaban menos de dos minutos para el final y lanzó tres veces al aro, sin lograr anotar ningún punto. Sin embargo, su presencia en la cancha fue suficiente para romper un récord mundial: el de ser el jugador más viejo en participar en una liga profesional de baloncesto.
El récord anterior lo tenía Nat Hickey, quien jugó con 45 años en la NBA. Carrillo lo superó por más de dos décadas, lo que generó asombro y admiración entre algunos aficionados y medios de comunicación.
Octavio Carrillo, el jugador más viejo del mundo en jugar en una liga profesional de baloncesto
Sin embargo, no todos vieron con buenos ojos la hazaña de Carrillo. Muchos criticaron al equipo Cóndores y a la liga WPlay por permitir que un jugador tan mayor jugara en un torneo profesional, lo que consideraron una falta de respeto y una burla al baloncesto colombiano.
Algunos argumentaron que Carrillo no tenía las condiciones físicas ni técnicas para competir al más alto nivel y que su inclusión en el equipo respondía a un interés publicitario o a una estrategia para distraer la atención de los malos resultados del equipo.
Otros señalaron que Carrillo ocupaba un cupo que podría ser aprovechado por un jugador joven y con proyección, que necesitara más oportunidades para desarrollar su talento y su carrera.
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