El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo, pero también una de las más prevenibles si se detecta a tiempo. Por eso, es importante estar atento a los signos y síntomas que pueden indicar la presencia de un tumor maligno en alguna parte del cuerpo.
Aunque cada tipo de cáncer tiene sus propias características, existen algunos signos comunes que pueden alertarnos de que algo no va bien y que debemos consultar con nuestro médico. Estos son algunos de ellos:
¿Tienes alguno de estos síntomas? Podría ser cáncer y no lo sabes
– Pérdida de peso inexplicable: Si pierdes más de 5 kilos en un mes sin hacer dieta ni ejercicio, puede ser un signo de cáncer, especialmente si afecta al aparato digestivo, al pulmón o al páncreas.
– Cambios en la piel: Si notas que un lunar cambia de forma, tamaño o color, que aparece una herida que no cicatriza, que sangra o que se infecta, o que tienes manchas oscuras o rojas en la piel, puede ser un signo de cáncer de piel o de otro tipo.
– Tos persistente o ronquera: Si toses durante más de tres semanas sin tener una infección respiratoria, o si tienes cambios en la voz o dificultad para tragar, puede ser un signo de cáncer de pulmón, de laringe o de esófago.
– Cambios en los hábitos intestinales o urinarios: Si tienes diarrea o estreñimiento crónicos, sangre en las heces, dolor abdominal, gases o hinchazón, puede ser un signo de cáncer de colon o recto. Si tienes sangre en la orina, dolor al orinar, necesidad frecuente o urgente de ir al baño, o incontinencia urinaria, puede ser un signo de cáncer de vejiga o próstata.
– Bultos o hinchazones: Si notas un bulto o una hinchazón en cualquier parte del cuerpo, especialmente si es duro, irregular o indoloro, puede ser un signo de cáncer. Los bultos más comunes se encuentran en el seno, el testículo, el cuello, la axila o la ingle.
– Dolor persistente: Si tienes dolor en algún órgano o hueso que no se alivia con analgésicos ni con el reposo, puede ser un signo de cáncer. El dolor más frecuente se localiza en la cabeza, el pecho, el abdomen o la espalda.
– Fiebre o sudoración nocturna: Si tienes fiebre sin una causa aparente, o si sudas mucho por la noche sin estar en un ambiente caluroso, puede ser un signo de cáncer. La fiebre y el sudor pueden deberse a una infección causada por el sistema inmunitario debilitado por el tumor.
– Fatiga o debilidad: Si te sientes cansado o débil sin hacer ningún esfuerzo físico, o si te falta el aire al realizar actividades cotidianas, puede ser un signo de cáncer. La fatiga y la debilidad pueden deberse a la anemia causada por la pérdida de sangre o por la falta de producción de glóbulos rojos por la médula ósea afectada por el tumor.
– Sangrado o moretones anormales: Si sangras por la nariz, la boca, el ano, la vagina o el pene, o si te salen moretones con facilidad o sin motivo, puede ser un signo de cáncer. El sangrado y los moretones pueden deberse a la alteración de la coagulación causada por el tumor o por el tratamiento quimioterápico.
– Infecciones o inflamaciones frecuentes: Si tienes infecciones o inflamaciones recurrentes en el cuerpo, especialmente en las encías, la garganta, la piel o los genitales, puede ser un signo de cáncer. Las infecciones y las inflamaciones pueden deberse a la disminución de las defensas causada por el tumor o por el tratamiento inmunosupresor.
Estos signos no siempre significan que tengas cáncer, pero es importante que los consultes con tu médico para descartar otras posibles causas y realizar las pruebas diagnósticas necesarias. El cáncer se puede curar si se detecta a tiempo, así que no dudes en cuidar tu salud y prestar atención a tu cuerpo.
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