El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha alzado su voz en defensa del expresidente boliviano Evo Morales tras un reciente ataque que, según él, es un claro ejemplo del “fascismo” que amenaza a América Latina. Este incidente, que resultó en un tiroteo contra el vehículo de Morales, ha suscitado un debate sobre la creciente violencia y persecución política en la región.
El ataque a Evo Morales: un hecho alarmante
El pasado domingo, Morales informó que su vehículo recibió 14 disparos por parte de desconocidos, resultando en heridas a su chófer. Este ataque ha sido calificado por Petro como un acto de “fascismo”, un término que ha resurgido en el discurso político de la región, simbolizando la eliminación física de voces disidentes.
“Mi solidaridad a Evo. El fascismo asciende en toda América Latina. Ya no es solo la eliminación jurídica, ahora pasan a lo de siempre: la eliminación física de quienes piensan diferente”, escribió Petro en su cuenta de X, evidenciando la gravedad de la situación.
La situación política en Bolivia
Este ataque ocurre en un contexto de creciente tensión política en Bolivia. Morales ha sido objeto de persecuciones judiciales que muchos consideran parte de una estrategia política para desacreditarlo. La violencia que enfrenta refleja un descontento generalizado entre sus seguidores, quienes han mantenido bloqueos en diferentes caminos exigiendo la retirada de los procesos judiciales en su contra.
El expresidente también ha denunciado que la persecución se intensificó cuando su vehículo fue seguido por camionetas de sus agresores. “Desviamos nuestro trayecto, pero la persecución no cesó. Ahí me di cuenta que era un operativo”, relató Morales, subrayando la seriedad del ataque.
Exigencias de los seguidores de Evo Morales
Los seguidores de Evo Morales no solo están preocupados por su seguridad, sino que también están demandando soluciones a problemas sociales como el encarecimiento de alimentos, la falta de dólares y la irregular provisión de combustibles. Estas demandas han llevado a la movilización de sus simpatizantes, quienes exigen un respeto a un congreso del Movimiento al Socialismo (MAS) que en 2023 declaró a Morales como “candidato único” para las próximas elecciones.