El partido entre el FC Barcelona y el Atlético de Madrid en el Camp Nou dejó en claro que las dos caras de una moneda pueden ser muy diferentes, especialmente cuando se trata de dos equipos poderosos que intentan no arriesgar demasiado. El encuentro comenzó con un primer tiempo plano, con mucho desgaste físico de ambos equipos, pero con una única diferencia: la opción que quedó frente al área la mandó a guardar el equipo local.
Solo Raphinha encontró un espacio para habilitar a Ferrán, quien se vistió de héroe para asegurar el 1-0 antes del descanso. Por fortuna, la segunda etapa fue más emocionante, con ida y vuelta y opciones muy claras para ambos equipos. Lo tuvo Rodrigo de Paul, pero lo mandó apenas afuera, lo pudo festejar Griezmann en un taco tremendo, pero también lo pudo sufrir en su arco en las dos veces que desperdició Lewandowski la ventaja.
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El partido se fue calentando, con duras entradas y amonestaciones, hasta que en los últimos minutos, pareció haber una mano de Busquets en el área, que el árbitro no sancionó y provocó el reclamo del entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone.
Al final, el FC Barcelona logró una victoria corta pero suficiente para mantener su liderato en la LaLiga sobre los merengues, mientras que el Atlético de Madrid se consuela en la zona de Champions, a cinco puntos del Real Madrid.
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